Anthony Graves fue acusado falsamente del asesinato de seis personas, incluido cinco niños, en 1992 y fue condenado a muerte, pero después de 17 años, las autoridades estadounidenses consideraron que “se equivocaron”.
“Se llevaron 17 años de mi vida que jamás podrán devolverme”, expresó el hombre originario de Texas.
“¿Cómo se puede recompensar a un hombre al que le han quitado tanto? Me deben todavía la oportunidad de criar a mis hijos, me robaron la capacidad de tomar decisiones libres”, indicó Graves a la agencia de noticias AFP.
El padre de tres hijos fue condenado a muerte cuando fue sindicado como el autor de la masacre sin pruebas.
En el año 2000, el asesino confesó el crimen, sin embargo, Graves permaneció 10 años más en la prisión de Livingstone, en Texas.
“Luego de meses de investigación y de haber hablado con todos los testigos en este caso, luego de mirar debajo de cada piedra posible, no hemos encontrado ninguna prueba creíble que vincule a Anthony Graves con los asesinatos”, expresó el fiscal Kelly Spiegler.