La investigación del crimen del hijo del alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Enrique Burgos Gonzales, está tomando forma con el pasar de los días y con ello las sospechas sobre traficantes de terrenos del Anexo 22 de Jicamarca crece cada vez más.
Según la policía, el hijo de Carlos Burgos Horna habría estado interesado en ‘invertir’ en Jicamarca, donde el metro cuadrado puede alcanzar los 200 dólares, lo que no habría agradado a los delincuentes que lucran con estas tierras.
El gran poder de las mafias de tierras fue confirmado por el dirigente Germán Cárdenas y su hijo Martín, quienes indicaron a América Noticias, que estos grupos criminales son capaces de hacer cualquier cosa con tal de defender su modo de vida.
Jicamarca
El mencionado lugar tiene una extensión de más de 6 300 hectáreas. Anteriormente, Carlos Burgos padre fue involucrado por el dirigente Benito Mamani Carreño, una entrevista al diario ‘La República’, de prestarse a la invasión de los terrenos de Jicamarca por parte del distrito de Huarochirí.