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Chorrillos

Estar en prisión no quiere indicar que una persona quede a la deriva de su cuidado personal. De esto pueden dar fe las internas del Penal de mujeres de Chorrillos, otrora conocido como Santa Mónica, lugar donde se reabrió el salón de belleza Lady.

Ubicado en un rincón del patio del centro de reclusión, las presas vierten horas y sus esfuerzos en mejorar sus técnicas cada día, mientras esperan su libertad. Lo mejor de todo es que ahora no solo las reclusas de serán las únicas clientas: ahora el público puede acercarse y optar por los servicios.

A ello se le suma la sala de masajes terapéuticos en esta cárcel, donde muchos podrán relajarse de los problemas en manos de expertas. Las cosas mejoran aún más si se tiene en cuenta que los precios de los servicios la interior de Penal de mujeres de Chorrillos son menores que en la calle.

HISTORIAS

Como suele pasar en las peluquerías que uno puede encontrar en la calle, en el centro ubicado en el Penal de mujeres de Chorrillos hay muchas vidas que son dignas de ser escritas y publicadas como novelas o libro biográficos.

Una de ellas es la de Sarita, una prolija cosmetóloga que tenía un excelente vida en España, quien fue a parar a la cárcel por, presuntamente, un engaño. Según relató al informe propalado por Canal N, ella aceptó un encargo de una conocida para traer ropa a Perú, pero no se dio cuenta que tenía droga camuflada.

Lo más triste de esta historia es que la simpática reclusa tiene un niño, al cual solo ve cuando son los días de visita. Su pareja y padre del menor también fue involucrado en el caso.

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