El tirano Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, vuelve a amenazar la paz mundial. Esta vez detonó una bomba atómica, más poderosa que la que cayó sobre Hiroshima, para conmemorar el 68 aniversario de la fundación del país asiático. Los principales líderes del planeta expresaron su preocupación ante la amenaza y pidieron duras sanciones.

Fue la quinta y más poderosa prueba nuclear en Corea del Norte, tanto, que provocó un terremoto de 5,3 grados Richter. De inmediato, los responsables anunciaron que habían desarrollado la tecnología para colocar una ojiva atómica en un misil balístico, una grave amenaza para sus enemigos Japón y Corea del Sur.

La detonación en Corea del Norte se realizó a las 9:30 a.m. de ayer viernes, hora local (7:30 p.m. del jueves en Lima), muy cerca de la base de pruebas nucleares de Punggye-ri.

Corea del Norte anunció que continuará desarrollando su poder atómico.
Numerosos gobiernos, incluido el del Perú, condenaron el ensayo nuclear. Barack Obama, presidente de Estados Unidos, lo consideró ‘una grave amenaza’.

REUNIÓN EN LA ONU

Los 15 miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tenían previsto realizar ayer consultas urgentes para responder a esta nueva crisis, a solicitud de Estados Unidos y Japón.

La potencia americana anunció que impulsará ‘nuevas sanciones’ para Corea del Norte.

Francia también exigió sanciones y China, principal aliado de Corea del Norte, condenó la prueba atómica.

El Pentágono rafirmó que Estados Unidos y sus países aliados están bien protegidos contra cualquier amenaza de misiles de Corea del Norte.

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