La justicia italiana condenó ayer a 16 años y un mes de prisión a Francesco Schettino (54), el capitán del crucero de lujo ‘Costa Concordia’ que naufragó en enero del 2012 y en el que murieron 32 personas.
Schettino, llamado por la prensa como ‘capitán cobarde’, fue condenado por homicidio y abandono de la nave.
Fue hallado único culpable, mientras la compañía fue absuelta al pagar las indemnizaciones.