Un grupo de mujeres realizó el sábado en la capital paraguaya una protesta, bautizada “La marcha de las putas”, contra el piropo y otras formas de machismo, como una alternativa a la convocada también en el centro de Asunción por partidos políticos y organizaciones sociales por el Día Internacional de la Mujer.

“Fuera los rosarios de nuestros ovarios”, gritaba medio centenar de personas en la explanada de la Catedral ubicada en el centro de la capital de Paraguay mientras algunos de los manifestantes colgaban una fotografía del papa Francisco de la puerta del santuario para después prenderle fuego.

La protesta convocada a través de internet, formada en su mayoría por mujeres jóvenes, cargó contra las justificaciones del acoso callejero, físico y verbal y reclamó el aborto libre.

El grupo evitó en todo su recorrido coincidir con la marcha convocada por el Día Internacional de la Mujer (que se conmemora el 8 de marzo) por varios partidos políticos y organizaciones feministas.

La Marcha de las Putas es una manifestación feminista nacida en Canadá que ha recorrido varios países de América Latina.

“Para evitar ser violadas las mujeres deben evitar vestirse como putas”, declaró públicamente el policía de Toronto Michael Sanguinetti en 2011, una afirmación que incendió las movilizaciones de mujeres en más de cien países.

“No quiero tu piropo, quiero que te mueras”, le gritaban con sorna este sábado los manifestantes a agentes de la policía, tenderos, y otros hombres que paseaban frente al Palacio Legislativo bajo el húmedo e intenso calor paraguayo del mediodía.

Una pancarta negra encabezó el desfile que fue cortando calles del centro, provocando la furia de conductores de autobús, taxistas y algunos transeúntes que les increpaban.

En la esquina de la concurrida calle Independencia Nacional y la de Mariscal Estigarribia, los manifestantes retuvieron el tráfico deteniendo con su pancarta un autobús al que le gritaron “basta de acoso en el transporte público” durante unos diez minutos.

“Che rete, che mba’e”, (mi cuerpo es mío, en idioma guaraní, lengua oficial en Paraguay junto al español), coreaban también.

“El piropo es un micromachismo encubierto, una de esas prácticas cotidianas, casi imperceptibles para algunos, pero que están a cada segundo acechando y que solo contribuyen a perpetuar el sometimiento de la mujer”, decía el manifiesto que leyeron en la Plaza Uruguaya antes del inicio de la marcha.

“Lo que menos importa es cómo salgamos vestidas (…) el piropo siempre va a estar ahí acechando, queramos o no sin importar nuestro deseo de recibirlo o escucharlo”, añadió la joven que leía el texto en su teléfono celular.

“¿Por qué tienen que opinar sobre el cuerpo de una mujer que no le ha pedido su opinión?”, se preguntaba una de las manifestantes que pidió no ser identificada. “Sabes que aquí hay mucha gente que no entiende nuestros reclamos”, dijo.

Por su parte, la marcha “oficial” por el Día de la Mujer, una fecha creada hace un siglo y que este año sirve para revisar los progresos en la igualdad de género, reunió en Asunción a unas dos mil personas, en su mayoría mujeres, bajo el lema “no queremos flores, queremos derechos”

FUENTE: EFE