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La familia Torpoco Cerrón dejó su tierra natal Concepción, en Junín, para venir a la capital en busca de una mejor calidad de vida. El patriarca siempre quiso que sus nueve hijos sean profesionales, por ello decidió viajar a Chanchamayo para cultivar café, pero sus tierras fueron invadidas y el sueño quedó trunco. Volvieron a Lima y adquirieron un terreno en Zárate, San Juan de Lurigancho, donde empezaron a fabricar ladrillos artesanales. Hoy, con 44 años de trabajo, ladrillos ‘Pirámide’ lidera el mercado y busca ingresar nuevos productos y convertirse en una corporación.

Raúl Torpoco, presidente del directorio, nos cuenta un poco más de su historia…

¿Cómo así deciden hacer empresa y por qué ladrillos?

Mi padre trabajaba unos cultivos de café en Chanchamayo de donde nos sacaron, con los frutos primarios del café adquirimos una hectárea en Zárate, aquí había insumos para fabricar ladrillos. Empezamos con tres trabajadores, y lo vendíamos a ladrilleras que compraban el material crudo, lo quemaban y comercializaban.

Tuvieron gran aceptación en ese entonces y decidieron formalizarse…

En 1972 se formó la empresa ‘Ladrillera Pacífico’, teníamos centro de operaciones por Huachipa, por la hacienda Flores y por La Atarjea.

¿Quién fue el de la idea de iniciar este negocio?

Con mi padre llegamos a este terreno en el que se empezó todo, pero falleció en el año 71 y no pudo ver todo lo que se logró con el tiempo.

¿Qué les inculcó su padre?

Su filosofía era que todos los hijos debían tener una profesión, el mayor era agrónomo, y los demás estudiaron medicina, contabilidad, farmacia, y yo estudié matemática pura en San Marcos.

*Sé que en el año 80 adquirieron un terreno y construyeron modernos hornos, ¿esto significó un antes y después en la empresa? *

La planta de Zárate nos resultó pequeña, nos fuimos a comprar 40 hectáreas en Carabayllo, y estuvo el presidente Fernando Belaunde Terry para la inauguración. Lo relevante de esto era que el horno era sofisticado, automático. Años después hicimos una ampliación de la planta al cien por ciento.

¿Qué es lo más difícil que han vivido?

Hay varios factores, encontrar el personal y los técnicos apropiados. Gente con buena actitud, leales, creo que hay muy poco.

¿Por qué el nombre ‘Pirámide’?

Se puso ese nombre porque eso significa fortaleza, resistencia, como las pirámides de Egipto que se construyeron antes de Cristo y están ahí todavía.

¿Quién diría que es su principal competencia?

Ladrillos Rex estuvo en el mercado casi 70 años, le hicimos la competencia, pero desapareció. Nosotros empezamos como un grupo familiar y en los años 90 uno de los hermanos se independizó, ahora es un competidor, también tenemos a los que no son formales.

¿Cómo garantiza la calidad de sus productos?

Ahora que trabajamos en la nueva planta, vemos primero la materia prima, todo el proceso es mecanizado, al final sale un producto de calidad y resistente. Los informales no reúnen las condiciones de acuerdo a las normas técnicas.

¿Con cuánta gente trabaja actualmente?

700 personas.

Ustedes trabajan de manera ecológica, ¿puede explicarnos en qué consiste?

Antes utilizábamos carbón y eso no era bueno por el monóxido de carbono, luego pasamos al petróleo, y llegamos al gas, la contaminación es mínima.

¿Cómo atraen a sus clientes?

Hemos cumplido 44 años… hay clientes que son como amigos, pero al margen de eso, tiempo atrás hemos aplicado mucho el marketing con publicidad en diarios y televisión.

¿Qué planes de expansión tienen para el futuro?

Principalmente tener plantas satélites. No podemos quedarnos produciendo ladrillos, hemos desarrollado muchos productos, ahora vamos a entrar a una diversificación, también a la cementera con la marca ‘Pirámide’. Después en acabados y hacer un convenio con la China para el porcelanato, ellos lo fabrican y nosotros lo comercializamos…

Como empresario, ¿qué le pediría al nuevo gobierno?

Que haya estabilidad para que las empresas puedan crecer, como se ha visto, la minería no avanzó casi nada.

¿En qué invierten las ganancias?

Los accionistas tienen negocios independientes, básicamente en el sector inmobiliario. Yo personalmente, voy a entrar al rubro de la agroindustria para dedicarme al cultivo del cacao.

¿Se podría decir que sus ladrillos son los más resistentes?

Sin duda y está comprobado.

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