Viven de milagro. Un taxista y su esposa se salvaron de morir acribillados, después de que un grupo de policías disparó contra el auto en el que se encontraban al confundirlos con delincuentes, en Huachipa.
Carlos Arias Casqui (39) terminó con un disparo en el abdomen y su cónyuge, Sonia Torres Candelaria, con una herida por roce de bala en la pierna. Los esposos se dirigían en la noche a un tratamiento quiropráctico, en Huachipa.
Según las primeras pesquisas, los efectivos Humberto Vásquez Estrada, Edson Salazar Miguel, Javier Paredes Ingaruca y Paul Contreras Huamaní serían los que dispararon sus armas de fuego contra el vehículo Toyota Corolla, color negro, de placa F7H-348, que Carlos Arias manejaba en el cruce de las calles Los Cóndores y Las Garzas.
Los agentes dijeron que hicieron los disparos al ver que el auto con letrero de taxi se desplazaba en actitud sospechosa. Como prueba del ataque, el carro terminó con varios orificios de bala.