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Con una misa de cuerpo presente, en la catedral de Huancayo, ayer fueron despedidos seis de los ocho soldados asesinados por remanentes terroristas de Sendero Luminoso, el último sábado, en el distrito de Santo Domingo de Acobamba, en Junín, cuando iban a brindar seguridad a los locales de votación en el centro poblado de Matichacra.

Luego de la emotiva ceremonia, los cuerpos de los soldados José Huamán Canchari, Cristian Fernández Ñaupari, José Gómez Surichaqui, Jhon Barzola Vílchez, Antonio Tardío Vicuña y Cristian Vargas de la Cruz fueron cargados en hombros por las calles de Huancayo. “Nos dijeron que era una zona segura. ¿Quién me va a devolver a mi esposo? ¡Quiero justicia!”, exclamaba una joven viuda.

Los féretros, cubiertos con la bandera del Perú, recibieron diversos honores en Huancayo. El mar humano que los acompañó los bautizó como los ‘héroes de la democracia’.

SEÑAL DE DUELO

En señal de duelo, las instituciones colocaron las banderas a media asta. En el homenaje participaron el ministro de Defensa, Jakke Valakiri; el jefe del Comando Conjunto de las Fuerza Armadas, y otras autoridades.

En tanto, los cuerpos de los dos conductores, Fidel Aguirre y Moisés Torres, que también murieron en la embosca terrorista, fueron despedidos por sus familiares en medio de desgarradoras escenas de dolor.

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