El italiano Livio De Marchi pasó cinco meses tallando un bloque de madera de pino con la forma de un llamativo auto deportivo Ferrari, al que luego añadió el motor de un bote y lanzó a los canales de Venecia donde se le puede ver paseando al lado de góndolas y yates.
Los turistas quedan maravillados cuando ven al Ferrari, y no paran de tomarle fotos.