Jennifer Lawrence nuevamente ha sido víctima de los hackers al filtrarse fotografías de ella desnuda. La actriz, cuyas fotos ‘al natural’ ya fueron conocidas en el 2014, se ha visto vulnerada en su intimidad y las imágenes ya son compartidas en las redes sociales y páginas web de pornografía.
Las fotos desnuda de Jennifer Lawrence comenzaron a cobrar relevancia en Twitter y, algunos medios internacionales indican que las imágenes fueron extraídas de su teléfono celular desde la primera vez que lo hackearon, pero que el sujeto no reveló todas las instantáneas y ahora vuelve a poner a la rubia en el ojo de la tormenta.
Las sugerentes fotografías muestran a Jennifer Lawrence desnuda y en otra de las imágenes solamente con los senos afuera, eesta última como parte de un jugueteo con, supuestamente, su pareja, a quien enviaba las imágenes.
Jennifer Lawrence no se ha pronunciado hasta el momento sobre las fotografías desnuda y el ataque a su privacidad. Incluso, algunas fuentes cercanas a la actriz, han indicado que este nuevo ataque a su intimidad lo dejará en manos del FBI como lo hizo en el pasado.
FBI DESCUBRIÓ AL CULPABLE
En el año 2014, las redes sociales se volvieron locas: Jennifer Lawrence y otras estrellas más aparecían desnudas o teniendo sexo en diversas fotos. Este escándalo, que no hizo excepción entre las famosas, fue muy mediático y conocido posteriormente como Celebgate o Fappening.
Las investigaciones de la Policía estadounidense y periodistas, que se aunaron a las pesquisas como detectives, parecieron infructuosas. Al menos hasta ahora porque se conoció al presunto culpable de la diseminación de las fotos de Jennifer Lawrence desnuda.
Mashable, con documentos federales, señaló que la cabeza tras el ataque masivo a cuentas privadas fue Ryan Collins, un sujeto de 36 años que vive en Lancaster (Pennsylvania, Estados Unidos). El proceso judicial ya ingresó y se espera que Jennifer Lawrence y demás estrellas obtengan justicia.
El informe de seguridad informática señala que Ryan Collins ingresó ilegalmente a las cuentas de iCloud y Gmail para sustraer las fotos de Jennifer Lawrence y otras sexys jóvenes desnudas. Sin duda, un tema que los proveedores de estos servicios tomaron como una lección de aprendizaje.
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