Juan Pablo II será canonizado por Papa Francisco

Un millón de peregrinos llegan de todo el mundo para histórica ceremonia de canonización de Juan Pablo II, en la que estarán cuatro papas juntos: dos santos y dos vivos.

Se estima que 2 millones de personas estuvieron presentes en El Vaticano.

Se estima que 2 millones de personas estuvieron presentes en El Vaticano.

Por tren, autobús, automóvil y a pie, millares de peregrinos y turistas llegaban a Roma ayer para participar hoy, domingo, en la ceremonia de canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII. Será una jornada histórica, tras el anuncio de que el papa emérito Benedicto XVI y el papa Francisco concelebrarán la misa, lo que se conoce ya como el “Día de los cuatro papas”, un momento inédito para la milenaria Iglesia Católica.

El extraordinario acontecimiento de dos papas santos y dos papas vivos suscita tantas expectativas que se calcula llegarán hasta un millón de fieles de todas partes del mundo a la Ciudad Eterna, que está de fiesta, con seminaristas cantando en las calles en varios idiomas, monjas comiendo helados o Boy Scouts jugando.

Benedicto XVI, estrecho colaborador de Juan Pablo II por 25 años, concelebrará la misa junto con 150 cardenales y mil obispos, los cuales serán ubicados al lado izquierdo del altar, informaron fuentes religiosas.

También asistirán unos seis mil sacerdotes de todo el planeta.

La ceremonia será simplificada y contará con las reliquias de los dos nuevos santos, una ampolla de sangre de Juan Pablo II y un pedazo de piel de Juan XXIII extraída durante su exhumación en el año 2000.

REYES Y PRESIDENTES

Además de los peregrinos, 24 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos los reyes de España, los presidentes de Ecuador, Honduras, El Salvador, Zimbabue, además de miles de polacos, asistirán a la ceremonia solemne en la Plaza de San Pedro para santificar a dos pontífices que marcaron la historia del siglo XX, uno humilde y cercano a la gente, otro carismático y capaz de seducir a las multitudes.

“Voy a dormir por aquí”, contó ayer el italiano Mario, quien esperaba pasar la noche al aire libre para poder instalarse hoy en las primeras filas.