El domingo 15 de mayo pasado, los peruanos nos quedamos estupefactos cuando se conocieron las declaraciones de los hermanos Kenji y Sachi Fujimori contra su propia madre, Susana Higuchi.

Hasta ese día, nadie sabía lo que ambos habían declarado el año 2006 en Chile, cuando su padre Alberto Fujimori, preso en ese país, los presentó como testigos. En ese momento la justicia chilena evaluaba el caso del secuestro y tortura denunciados por Susana Higuchi en 1992.

Edmundo Cruz, el maestro del periodismo de investigación y apreciado amigo, logró conseguirlas y las publicó. Son declaraciones crueles, ingratas, alejadas de todo sentimiento. Kenji Fujimori y su hermana Sachi dijeron que su madre tenía problemas psicológicos. Nadie hubiera podido creerlo si no se mostraban las declaraciones selladas de la corte chilena.

Kenji Fujimori (el hoy congresista reelecto más votado) declaró el martes 28 de marzo del 2006. Esto fue lo que dijo: “Nunca tuve noticia de que mi madre haya sido secuestrada. Siempre estuvo con nosotros, pendiente de nuestras obligaciones escolares, y de ser así (que la secuestraron), nosotros lo habríamos notado fácilmente”.

“Esto ocurrió por las ambiciones políticas que mi madre tenía y también por los problemas psicológicos que ella padece”, añadió Kenji Fujimori.

Luego Kenji Fujimori lanzó palabras más duras contra su progenitora: “Mi madre tenía una enfermedad que afectaba su estado de ánimo y era difícil la convivencia con ella. Cuando se fue, pasaron como cuatro o cinco años en que no tuve contacto con ella, no porque me obligaran, sino porque me era desagradable el contacto con ella”.

“En ese aspecto –continuó Kenji Fujimori – yo tuve una reacción más severa que el resto de mis hermanos”.

Tres meses después, el 28 de junio, Sachi Fujimori también acudió al juzgado. Repitiendo casi el mismo libreto de su hermano Kenji Fujimori, Sachi declaró: “Debo señalar que mi madre nunca fue secuestrada, lo que sí era muy inestable emocionalmente”.

Luego continuó: “Lo que yo sé es que ella, en principio, no tenía ambiciones políticas, pero después de ser primera dama le subieron todas las ambiciones en el ámbito político”.

“Psicólogos y psiquiatras amigos –prosiguió en su relato- nos han mencionado sobre la falta de litio, por eso tiene estos cambios de conducta”.

Hasta donde se conoce, los propios magistrados chilenos se quedaron sorprendidos por las crudas versiones de ambos hermanos contra su madre. Tras escucharlos, sin embargo, no les quedó otra alternativa que desechar la denuncia que Susana Higuchi había presentado contra su otrora esposo, el expresidente Alberto Fujimori.

“Son momentos dolorosos del pasado. ¡No voy a hablar de ese tema!”, dijo molesta la candidata presidencial Keiko Fujimori, cuando la prensa le preguntó sobre las declaraciones de sus hermanos en Chile.

¿Qué dirá ahora doña Susana? Nos vemos el otro martes.

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