En el cauce de una acequia que cruza el caserío Cerro Escute del distrito de Pacora, fue hallado el cadáver del comerciante Benito Mariano Díaz Cajo (35), quien presentaba dos heridas de bala y sendos cortes de cuchillo en el cuerpo.
La víctima se dedicaba a la venta de abarrotes en el mercado del distrito lambayecano de Mochumí y, según detectives de Homicidios de la Divincri, habría sido atacado por varias personas a la vez.
Cuando los agentes llegaron a la escena del crimen, se sorprendieron al encontrar entre las pertenencias del fallecido una nota de los asesinos en la que presuntamente justificaban el homicidio, acusando al comerciante de ser un ‘violador’.
SU MUJER LO HALLÓ
El reporte policial da cuenta que, alrededor de las 6 de la tarde del lunes, Roxana Barrios Ramírez (30), conviviente de Benito Díaz, fue alertada del hallazgo del cadáver.
“Estaba preocupada porque el comerciante siempre llegaba a la una de la tarde a su casa del distrito de Pacora. En esos momentos una de sus menores hijas llegó de la calle con la noticia de que su padre había sido hallado muerto. Entonces Roxana corrió hasta la acequia y halló el cuerpo en posición decúbito dorsal”, dijo un agente.
En medio del estupor, la pena y la desesperación, Barrios precisó que en los ocho años de convivencia con la víctima nunca observó que haya tenido problemas con la justicia y menos por un caso de violación.
La Segunda Fiscalía Penal de Lambayeque, a cargo de Carmen Rosa Romero Bracamonte, solicitó el internamiento del cadáver en la morgue para que la necropsia revele cómo murió el vendedor.