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Doce personas heridas fue el saldo del violento desalojo que se registró en un asentamiento humano de la provincial de Lambayeque este viernes, ordenado por el Juzgado Mixto de dicha jurisdicción contra 46 familias que ocupan terrenos privados.

Los heridos, entre adultos y dos menores de edad con discapacidad que fueron expuestos por sus familiares, se registró en el asentamiento humano Demetrio Acosta Chávez del pueblo San Martin de Lambayeque, cuyos terrenos eran ocupados desde hace más de 14 años.

Las familias intentaron oponer resistencia a la medida judicial colocando a sus pequeños hijos como si fueran escudos humanos, arengado contra el desalojo. “Justicia, justicia, no al desalojo”, decías las familias con sus hijos, frente a un fuerte contingente policial de al menos 80 policías de la Unidad de Servicios Especiales de la Policía Nacional, que llegaron al lugar para hacer cumplir con la orden emitida por el Juzgado Mixto de Lambayeque.

Los desalojados, lanzaron piedras, ladrillos a los policías que se protegieron parcialmente con sus casos y escudos que resultaron dañados. En el enfrentamiento, la policía lanzó bombas lacrimógenas resultando perjudicados los pequeños por la inhalación de los gases.

“Los terrenos que ocupamos hace más de 14 años, le pertenecen al Estado y en la comuna de Lambayeque, están todos los documentos, ya se ha hecho la búsqueda catastral, el levantamiento de plano perimétrico y tenemos documentos de Sunarp “, sostuvo dirigente José Granados, quien además dijo que la acción judicial es ilegal y denunciarán ante las instancias respectiva este abuso de autoridad.

Detalló además que cuentan con una resolución jefatural del Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri) donde se precisa que desde el año 2012, el terreno que pertenece al pueblo San Martin de Lambayeque es del Estado y no a un particular, como lo han hecho saber las autoridades que serían de los hermanos Antonio y Miguel Ramos Guerreros.

Los menores que resultaron perjudicados con la inhalación de gas fueron llevados al Hospital Belen de Lambayeque, así como los adultos que resultaron con impactos de perdigones.