Líderes de las pandillas “Mara Salvatrucha” (“M-13”) y de la “M-18”, consideradas las más violentas de Honduras, que están prisión, prometieron hoy reducir la violencia en su país y pidieron perdón a Dios, la sociedad y las autoridades.
“Queremos pedirle a Dios que nos ilumine (…), que nos ayude en este proceso que nosotros queremos, más que todo ante Dios pedirle perdón por todo, pedirle también perdón a la sociedad si en algún momento hicimos daño, pedirle también perdón a nuestras autoridades”, dijo uno de los integrantes de la “M-13”.
La voluntad de contribuir a reducir la violencia por parte de las pandillas fue expresada por sus líderes en la cárcel de San Pedro Sula, con la mediación del obispo auxiliar de esa ciudad, Rómulo Emiliani.
El primer líder de la “M-13”, que no se identificó, dijo que lo que han resuelto en su pandilla es “cero crímenes, cero violencia en las calles, trabajar” y que el Gobierno les ayude proporcionando talleres de manualidades para trabajar y ganarse la vida de manera honrada.
Dos miembros de la “Mara Salvatrucha” dijeron que “la tregua” que están proponiendo no es con la “M-18”, por lo que están pidiendo un “diálogo con el gobierno para que nos escuche, no con las otras pandillas”.
Un integrante de la M-18 dijo que “si ellos quieren (los de la “M-13”) nosotros vamos a respetar su territorio, pero (que) respeten nuestro territorio, para así calmar un poco la violencia, así como en el país hermano El Salvador que se ha dado buen producto”.
Honduras es considerado el país más violento del mundo, con un promedio de 80.2 homicidios por cada 100 mil habitantes, indicó la cadena británica BBC.