Marco Arenas saqueó cuarto en busca de joyas y dinero

Policía inspeccionó la casa y encontró restos de cabellos y todo tirado por el suelo.

Redaccion Trome

Por: E. Cirilo

La pareja diabólica no solo estaba unida por la crueldad, también por una ambición desmedida. Marco Arenas Castillo (22), después de estrangular y meter en una bolsa a su madre María Castillo Gonzales (54), rebuscó con su enamorada Fernanda Lora Paz (18) en todos los muebles del dormitorio de la víctima para apoderarse de sus joyas y dinero.

En su confesión, Marco Arenas dijo: “Luego de asfixiarla y las tuve en mi poder hasta el día siguiente en que se las entregué a mi enamorada”.

Esto se evidencia con las fotos de la escena del crimen a las que Trome tuvo acceso, donde se observa totalmente desordenada la habitación de la ‘Reina de las panaderías’, que estaba al lado de la de su hijo.

“En el cuarto todo estaba revuelto, la cama destendida. Allí había una mochila negra con prendas de vestir y otros artículos de uso femenino. Además, sobre la cama y el piso se halló restos de cabellos. Pero los cajones de la cómoda, donde se supone había joyas y dinero, estaban vacíos. Habían sacado todo y algunas cosas estaban en el piso”, contó un agente que participó en las pericias.

Según las investigaciones, tras el asesinato, la pareja cambió de ropa al cadáver y lo metió en una bolsa. De inmediato se abocaron a buscar todas las alhajas y la plata. Hasta rebuscaron en un sillón, cuyo cojín quedó en el piso.

REVISARON LAPTOP

“Luego de apoderarse de todo lo de valor, cerraron la puerta con llave para evitar que ingrese la empleada. Él iba a regresar para arreglar todo e inventó lo de las llamadas de unas personas interesadas en alquilar el departamento”, afirmó el perito.

En el curso de las pesquisas, los detectives analizaron la Laptop del hijo asesino y allí encontraron películas de acción como ‘Caracortada’, ‘El padrino’, ‘Los intocables’ y otras de violencia explícita (Gore).

También había videos, fotografías y recortes periodísticos del asesinato de Stephany Flores perpetrado por el holandés Joran van der Sloot, en un hotel de Miraflores. De ello, se deduce que Marco Arenas tenía una inclinación por la violencia y todo lo que hacía estaba inspirado en sanguinarios criminales.