Médico mató y enterró a Maryori

Con ayuda de perros, la policía halló el cadáver en una casa abandonada, de Villa María del Triunfo.

Redaccion Trome

Por: E. Cirilo

Otra muerte absurda que estremece al país. Las esperanzas de sus padres de hallar con vida a Maryori Keiko (16), quien desapareció hace tres semanas, se esfumaron ayer. La joven fue hallada muerta en una casa deshabitada de Villa María del Triunfo. Como se temía, fue dopada, violada y asesinada por el médico Ángel Eduardo Valdivia Calderón (55), a cuyo consultorio se le ve ingresando en un video.

Desde el pasado 23 de abril, cuando desapareció la adolescente, el galeno aseguraba desconocer su paradero, pero ayer el interrogatorio no le dejó escapatoria. Acorralado por las sospechas, confesó el crimen.

“Es el momento de que digas la verdad, hemos ubicado al albañil que te ayudó y ya confesó. Lo vamos a poner frente a ti para una confrontación”, le dijo un agente. En ese momento, lo vimos temblar. Se llevó una mano a la cabeza y se ‘quebró’. Pidió un fiscal y llorando contó que había matado a la menor, luego nos dio la ubicación exacta de la casa donde la había enterrado”, contó una fuente.

Un policía le preguntó al médico por la llave, pero él dijo que la había perdido. Inmediatamente, llevando perros de búsqueda, peritos de Criminalística y el fiscal se dirigieron hasta una vivienda de tres pisos, con rejas y puerta de fierro de la avenida Ciro Alegría 270. Hasta allí el homicida había llevado el cadáver de la chica desde su consultorio, ubicado en San Juan de Miraflores.

Provistos de una sierra eléctrica, dos cerrajeros violentaron la puerta de metal, que recientemente había sido soldada. Primero hicieron pasar a los canes, cuyo olfato llevó a todos a un ambiente de la parte trasera de la casa.

“Al entrar a la segunda habitación del lado derecho del primer piso, los perros se mostraron inquietos y ladraron. El médico confirmó que allí estaba el cuerpo enterrado”, contó el detective.

A COMBAZOS

Provistos de un taladro eléctrico, combas y cinceles rompieron el piso y luego cavaron una zanja. A un metro y 10 centímetros de profundidad fue hallado el cuerpo de la joven. Se encontraba boca abajo, en estado de putrefacción y llevaba la misma ropa que se le vio en el video de la cámara de vigilancia.

“El galeno, con ayuda de una o más personas, trasladó a la adolescente muerta a esta casa. Cavaron una zanja y arrojaron el cadáver, lo cubrió con dos sacos de cal y arena, posteriormente colocaron una capa de cemento y mayólica”, explicó un perito.

Los forenses de Criminalística, cubiertos con mascarillas, examinaron el cuerpo, pero el fétido olor hizo difícil la tarea. Dijeron que aparentemente no presentaba ninguna huella de acción violenta.

‘¡MALDITO!’

Después de tres horas y media de permanecer dentro de la casa, el asesino, provisto de un chaleco antibalas y custodiado por numerosos policías, salió de la vivienda, mientras que familiares y vecinos empujaban a los agentes en su afán de golpearlo.

‘¡Asesino!’, ‘¡Maldito!’, le gritaban y le lanzaban objetos. Hicieron lo propio contra el vehículo donde lo metieron para trasladarlo a la sede de la Dirincri.

Se supo que la casa donde fue enterrada la menor se encontraba en litigio entre el médico y Gustavo Muñoz, quien dijo que en los últimos días vio entrar gente extraña con cosas. “Llegaban en una camioneta Station Wagon y en un auto, estoy seguro que era gente pagada por este señor que le quitó la casa a mi padre”, expresó.