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Lunes 05 de julio del 2010 | 07:14

Mente criminal

El Búho se dio cuenta que el asesino holandés Joran van der Sloot tiene un “clon”.

Definitivamente, en la vida hay contradicciones. Los peruanos asistimos por TV a las dos caras de una moneda holandesa: Por un lado, el astro de la selección “naranja” Wesley Sneijder, autor del gol que mató a Brasil en el mundial y, por el otro, su clon, el asesino de Stephany Flores, el psicópata Joran van der Sloot. Pero ese parecido físico es lo único que tienen en común. Sneijder es un deportista, un futbolista talentoso que mata… por la selección de su país. Pero Joran es un miserable que asesinó a una joven norteamericana en Aruba y una muchacha limeña de 21 años, con una alevosía y una ferocidad que estremecieron a los policías más cuajados. Este Búho pudo ver las fotografías que tomó la policía en el momento en que abrieron el cuarto del hotel. Se los juro que me estremecieron por la violencia que este animal empleó con la jovencita. Los golpes en el rostro, la sangre, presentaban un cuadro tan terrible que bien hicieron los agentes de impedir que el padre ingrese y vea a la niña de sus ojos en ese estado. Solo resistí unos segundos ese cuadro de horror que nublaron mis ojos.

Yo también tengo una niña. Pero hoy leo estupefacto que esta hiena no solo no se arrepiente de haber destrozado a una joven, sino que está pidiendo un millón de dólares para contar detalles del asesinato de Stephany y sobre la desaparición de la norteamericana Natalee Holloway!! Qué miserable, no quiere que los sufridos familiares de ambas chicas traten de vivir en paz después de tanto dolor. Entiendo la indignación de Ricardo Flores, “Riflo”, padre de la difunta, quien se mostró indignado por las pretensiones del holandés: “No es la primera vez que ese sujeto intenta sacar provecho de sus maldades. Parece que está acostumbrado a hacer esto, para que el tonto pague. Ese es su negocio”. “Riflo” tiene razón. Joran ya extorsionó a la familia de Holloway, exigiéndole dinero para revelar dónde habría enterrado el cuerpo de la joven. Hoy, pretende cobrar una millonada para lucrar con la muerte de Stephany. Pero que no sueñe. Ese dinero no le servirá de nada si le dan cadena perpetua que cumplirá en una cárcel peruana. Más bien que aprenda defensa personal, hay presos con hijas en la edad de joven occisa que, según especialistas, no lo van a dejar dormir tranquilo. Apago el televisor.