Un ‘secuestro’ estaba entre las medidas que se querían tomar para evitar la muerte de Michael Jackson. Eso es lo que afirma el representante del cantante, Ron Weisner, en un libro que publicará el próximo 3 de junio.
Según informa Page Six, Ron Weisner intentó desesperadamente raptar por diferentes vías a Michael Jackson para salvarlo de su adicción a las drogas, ya que si éste no tenía acceso a ellas era fácil que no siguiera comprando estas sustancias.
En ‘Listen Out Loud’, Ron Weisner explica que Michael Jackson se volvió adicto a los analgésicos tras el recordado accidente que sufrió cuando grababa un comercial para Pepsi en los años 80’s, y que “hubo muchas personas en la vida de Michael que intentaron hacer intervenciones, pero que ninguno de ellos se acercó lo suficiente como para ayudarlo”.
Ron Weisner comenta que el fue el único que trató de ayudarlo con este problema. Dice que lo llamaba por lo menos 20 veces al día para intentar que disminuyera su consumo de drogas. Fue ahí cuando decidió pedir ayuda a la hermana de la estrella, La Toya Jackson, quien después de varios episodios de peligro dio su visto bueno para una intervención extrema en la que prácticamente lo iban a raptar, hasta que ésta dio un paso atrás alegando que la ley podría verlo como un secuestro.
Ron Weisner declaró que días antes de la muerte de Michael Jackson, se encontró con él en el Staples Center: “Por varios días él no se había mostrado muy saludable, pero esta vez era en otro nivel. Pensé: ‘Parece un maldito prisionero de guerra’. Tenía esa mirada en sus ojos, una mirada de resignación, una mirada que decía ‘Se acabó’, y eso rompió mi corazón”, concluye.