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Milagros Leiva

Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

Camino a Miraflores, entrando por el óvalo, transitando por la avenida Larco, entiendo que esta vez el personaje a entrevistar es una periodista, que seguro lee muchos más libros de los que yo he podido ‘devorar’. Asumo, entonces, que los temas a tocar no tienen relación con los de su programa ‘Sin peros en la lengua’. Tampoco me voy a convertir en un ‘Ratón de biblioteca’ y preguntar miles de veces de autores famosos o casi desconocidos. Por eso, con Milagros Leiva ya al frente, después de escapar del ardiente sol veraniego, porque estamos en su edificio con un clima agradable, decidí interrogar sobre el placer, ese que abraza a pobres, ricos, anónimos y populares como ella.

Milagros, según estudios, las mujeres inteligentes hacen bien el amor.

Sí. Hemos estudiado todo, ja, ja, ja.

Es que la lectura te amplía horizontes.

O puede ser que hayan leído el ‘Kamasutra’.

¿Lo has leído?

Sí.

¿Te ayudó?

Hay poses extrañas, muy aeróbicas, que nadie puede hacerlas.

¿Es bueno poner música de fondo para ese instante?

Puede ser. Clásica, de repente un bolero, hasta con la ‘Sonora Matancera’.

Es que viene de ‘matanza’.

Sí. Alguna vez sucedió.

¿Capaz de decirle a tu chico que lo deseas?

Si tengo ganas y que pueda él, qué rico.

La doctora Martha Hildebrandt me dijo que el ‘infiel’ es un ser brillante.

Creo que es astuto y tiene que ser inteligente para no equivocarse, manejar los horarios y no equivocarse en los nombres.

¿Y se llama ‘tramposo’ al que mantiene una relación en paralelo y por años?

Esa es otra historia. Una vez fui a la cárcel a entrevistar a Jacqueline Beltrán, que era una de las mujeres de Vladimiro Montesinos. Le pregunté: ¿Usted es la amante?, porque él tiene su esposa, a la Matilde Pinchi Pinchi y me contestó: ‘Perdón, soy la esposa moral’. Me quedé sorprendida.

Entonces, sí es brillante el ‘jugador’.

Es un gran cobarde que quiere soga y cabra, y no es capaz de soltar a una de ellas.

Sin defender a las ‘Candys’, hay esposas que saben eso y aguantan.

Es cierto. Lo peor que puede decir una mujer es que ‘si sigo con él, es por mis hijos’. Es mentir, te quedaste porque te dio la gana. Y eso también es para los hombres.

Algunas no lo hacen por temor a perder la estabilidad económica.

La independencia de la mujer empieza con el monedero.

Eso quiere decir que si un galán te invita a salir, pagan la cuenta a medias.

Hoy los chicos van al cine y todo es ‘miti – miti’. Si me invitan, paga, yo puedo comprar la canchita. Otra vez he salido a cenar, me hago que voy al baño y aprovecho para cancelar. Eso es otra cosa.

Transmites la imagen de ser romántica y de pedir flores todos los días.

No. Tuve un galán que las enviaba a diario y no me gustaba. Parecía que me estaba velando.

O sea, que venga en auto último modelo.

Eso no me importa. Lo que interesa es el atún, no la lata.

A ver, entremos en supuestos. Te saca a bailar, ¿que te hable de política para impresionarte?

Me aburriría. Debe conversarme de temas que yo no veo o no sé.

¿Si te cita una frase poética?

Detesto a los poseros, a los que citan frases. Pero de esos abundan. Tenía un amigo que enamoraba a una chica que no leía, le soltaba versos y decía que eran suyos.

La verdad, estás dando pocas salidas a quien desee enamorarte. Suelta una pista, por favor.

Me encantan los inteligentes, que me sorprenda mandándome una canción. Una serenata, pero no con mariachis que lo puede haber sacado de las páginas amarillas.

¿Qué te toquen una canción rockera?

Mejor que se aparezca con Fonseca y a guitarra me toque ‘Te mando flores’. Con ese me caso.

Sé que te agrada mover las caderas.

Sí y allí también es una posibilidad. Bailo en una loseta salsa dura, merengue, bolero.

Que esté bien en el ritmo.

Y que tenga buen humor, que use bien el sarcasmo y la ironía. Un hombre inteligente sabe arrancar una sonrisa a una mujer.

¿Un ‘Andy V’?

No me hace reír. Me da pena por Lourdes Sacín que fue mi alumna. Le deseo lo mejor, pero creo que ese señor se quiere hacer el payaso.

Si te toca uno que te trabaja a la indiferencia.

Si quiere ser frío, que se vaya a Alaska y se busque una pingüina.

¿Uno que se muestra como ‘chico malo’?

Esos casi siempre son ositos pandas, tiernos.

¿Y uno de menos ingresos que tú?

He estado con uno y no fue problema para mí y no sé si para él.

Hoy eres famosa, porque estar en la televisión de señal abierta te da esa posibilidad. Alguno debe ‘chuparse’ contigo.

Me gusta el varón que me mira de igual a igual. A un timorato ni lo miraría.

Ya planteaste tus exigencias, pero qué ofreces tú. De pronto eres muy celosa.

Si miran a mi pareja, es un halago para mí. Quiere decir que es muy guapo y, si me observan, tampoco debe molestarse.

¿Otro defecto?

Impuntual, pero los periodistas somos así. Si quedas en verte a las 8:30 en el cine y, cuando estás por salir, se muere un personaje de la magnitud de Diego Maradona, por ejemplo, debes cambiar todo, armar una central y ya no llegas.

Perfecto, es la hora de los temas políticos. ¿Apoyas a los ‘Pulpines’?

La ley no la apruebo. No me parece que se recorten los derechos. No me gustaría ver que los demás salgan 30 días de vacaciones y yo 15. Eso es discriminar.

Almorzaste con Martín Belaunde y no le sacaste la entrevista. ¿Se te escapó la paloma?

Él no cumplió su palabra.

¿Es bueno comer con el personaje?

Yo almuerzo con mis fuentes y pago mi cuenta. Él es una fuente y personaje.

¿Un resumen del gobierno de Ollanta Humala?

Me preocupa la seria y grave intolerancia con la prensa.

¿Qué comentario te merece Daniel Urresti?

Su gestión es una nulidad ante tanta inseguridad. Los sicarios siguen ganando terreno. Además, casi estoy convencida de que hay alguien que tuitea por él.

¿Trome está entre tus diarios elegidos?

Siempre lo leo, me quedo sorprendida con sus titulares, las entrevistas y, obviamente, con el ‘Búho’, que es un genio. Resume en una oración todo lo que millones de peruanos piensan. Me gustaría entrevistarlo en un cine, sentados en unas butacas, ja, ja, ja.

Oh, me olvidaba, dime qué libro estás leyendo…

‘Crónica de San Gabriel’ de Julio Ramón Ribeyro y cito una frase genial que leí allí: ‘No creas nunca en la honestidad de las mujeres. Sabes que no hay mujer honrada, sino mal seducida. Óyelo bien, todas son igualmente corrompidas’.

Fin de la conversación, hora de volver a la Redacción y en el trayecto, llego a una conclusión personal, apoyado en una sentencia de la gran Marilyn Monroe: “Una mujer inteligente sabe que no necesita a nadie que no la necesite a ella”.