Por: E. Cirilo
A cuatro meses del cobarde asesinato del reportero gráfico Luis Choy Yin Sandoval (39), la policía ya habría identificado al autor intelectual, quien sería un próspero empresario del cono norte de Lima, dedicado a diversos rubros. Los detectives manejan la hipótesis de que este misterioso personaje, quien incluso postuló al Congreso de la República, habría sido quien pagó los 20 mil soles al sicario dominicano Lindomar Hernández Jiménez o Jonathan Sepúlveda de los Santos (24),‘Puerto Rico’, y a su cómplice Edgar Lucano Rosas (25), ‘Lucano’, ambos abatidos por la policía hace unos días, para que cometan el crimen.
Fueron las entrevistas, seguimientos y la declaración del sicario y su amigo que permitieron a los investigadores descubrir, además, el motivo que habría tenido el empresario para ordenar la muerte de Luis Choy.
CELOS
La policía cree que el sospechoso habría pensado que su esposa mantuvo una relación sentimental clandestina con el fotógrafo.
“Al reclamarle a su mujer la supuesta infidelidad, ella se lo confirmó. Sin embargo, lo cierto sería que esta fémina acosaba al reportero gráfico e, incluso, le habría dicho que era separada. Esta delicada situación habría puesto muy nervioso a Luis Choy, pues había intentado de todo para alejarse de la mujer”, dijo un agente.
DESDE ‘SARITA COLONIA’
Los agentes señalan que el referido empresario buscó en Comas a Carlos Aldabe Ugarte, ‘Fortachón’, para que contrate a los sicarios. Este individuo cuyo paradero actualmente es un misterio se contactó con el recluso ‘Chucky’, del penal ‘Sarita Colonia’, y no de ‘Piedras Gordas’, como se especuló en un prin- cipio.
“Fue el preso quien llamó a ‘Lucano’ y le dijo: ‘Hay un trabajo. Tirar al piso a una persona’. Le pidió que busque a ‘Fortachón’ y luego se reunieron con ‘Puerto Rico’, quien aceptó cometer el crimen por 20 mil soles. Como adelanto le dio 5 mil, una foto de Choy y le enseñó su casa”, señaló nuestra fuente.
La tarde del 23 de febrero, ‘Puerto Rico’, haciéndose pasar como una persona interesada en la compra de la camioneta que vendía el fotógrafo, lo llamó por teléfono y quedaron en encontrarse a la salida de su vivienda, en Pueblo Libre, donde lo acribilló a sangre fría.