Las autoridades estadounidenses acusaron a 13 personas involucradas en una red de esclavitud sexual que obligaba a jóvenes mexicanas a prostituirse con al menos 25 hombres al día.
Según las denuncias, las mujeres eran llevadas a granjas ubicadas en la ciudad de Nueva Jersey y eran forzadas a tener relaciones sexuales con trabajadores agrícolas.
En los documentos judiciales se especificó que los clientes pagaban 30 dólares por quince minutos de sexo, que eran dados a los traficantes que las habían llevado a Estados Unidos.