En su último día de visita a Estados Unidos, el Papa Francisco lamentó la legalización de los matrimonios entre homosexuales, y pidió a los obispos enfocar sus energías en otra cosa en lugar de quejarse.
Los obispos estadounidenses lamentan repetidamente la aceptación de los matrimonios gay, y consideran un fallo al respecto por parte de la Corte Suprema del país un ‘error trágico’.
El Papa Francisco se reunió también con víctimas de abuso sexual, por parte de sacerdotes, y prometió ir tras los responsables.
Luego visitó la cárcel de Curran-Fromhold, la mayor de Filadelfia, donde se reunió con cien internos a quienes abrazó.
“He venido como pastor, pero sobre todo como hermano a compartir su situación y hacerla también mía”, dijo.
Después, ofició una misa ante cientos de miles de fieles que llenaron la gran avenida B. Franklin Parkway de Filadelfia, en el último y más grande evento de su gira de seis días por EE.UU.
“Ojalá cada uno de nosotros se abriera a los milagros del amor para el bien de todas las familias del mundo”, subrayó.
También insistió en el cuidado del medio ambiente, la ‘casa común’.
El avión papal partió, por la noche, de regreso a Roma.
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