Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante en busca de su arroz chaufa de mariscos con bastante rocotito molido y una jarrita de limonada bien helada, pues el calor en Lima es infernal.
“María, la caída de una roca en la Costa Verde ha dejado a un inocente niño en estado de coma. El último lunes, el menor, junto con su padre Diego Orellana y su hermano mayor, viajaban en el auto de la familia y a la altura de la playa ‘Waikiki’, en Miraflores, una piedra de regular tamaño ingresó por la ventana trasera del lado derecho. Lamentablemente, impactó de lleno al pequeño. De inmediato, la criatura fue llevada a una clínica cercana, donde fue operada de emergencia. Su estado es de pronóstico reservado.
Muchos se preguntarán: ¿quién tiene la culpa de esta desgracia? Algunas respuestas serán ‘las fatalidades del destino’ y otras culparán a las autoridades locales, pues sabiendo de lo peligroso de la zona, no hacen nada por colocar un buen muro de contención o un enmallado de calidad, que evite que los deslizamientos de tierra y piedras caigan sobre los vehículos y personas que transitan por esa parte de la ciudad. Pero lo más triste es que a la hora de buscar respuesta, todos se tiran la pelota. ‘No, eso no nos corresponde’ o ‘Se necesita tener permiso de la Autoridad Autónoma de la Costa Verde para poder enmallar’, son algunas de las respuestas que escuchamos y realmente indigna. Acá se cometió un error, no se protegió a la ciudadanía y un niño inocente fue la víctima.
Pero esto de discutir la inseguridad que representan los acantilados de la Costa Verde por el constante desprendimiento de tierra y piedras no es de ahora, es de siempre. Todos los años se registran incidentes de este tipo, sin que ninguna autoridad haga algo al respecto.
Esta vez, en un comunicado, la comuna de Miraflores denunció que desde el 2011 viene solicitando, sin éxito, a la Municipalidad de Lima que enmalle el acantilado. Acá no solo hay que apuntar a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, sino también a todos sus antecesores que no hicieron nada para solucionar este problema.
Por allí escuché que el enmallado de los acantilados es responsabilidad de Emape y que estos trabajos en San Isidro, Miraflores, Barranco y Chorrillos están previstos recién para después del verano. Ojalá el pequeño se recupere completamente y vuelva al lado de sus suyos. Lo malo es que en el país se necesita que pase una desgracia, para recién actuar. Esto tiene que cambiar”. Pucha, mi amigo habla con la verdad. Hay autoridades insensibles que no hacen nada.
Me voy, cuídense.