Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un plato grande de carapulcra chinchana con rocotito molido y su chicha morada heladita.
“María, el Perú está creciendo económicamente, hay que reconocerlo. Acaba de salir un informe de la consultora Maximixe que dice que el año pasado cerca de 40 mil hogares peruanos migraron del nivel socioeconómico ‘D’ al ‘C’, otros 55 mil pasaron del ‘C’ al ‘B’ y, de este último, 8 mil 500 saltaron al ‘A’. Todo eso por el avance económico y la mejora de los ingresos de la población.
Según las perspectivas de la mayoría de economistas, aunque estamos creciendo lento, a un ritmo menor que el año pasado, la clase media avanza hacia arriba y se va consolidando. Estiman que Perú lideraría el crecimiento económico entre los principales países de América Latina hasta el 2018, y que será uno de los líderes en cuanto al avance del consumo (uno de los componentes más importantes del PBI). No por nada se están viendo inversiones no solo en Lima, sino también en provincias como Huancayo, Trujillo y Arequipa.
En estos logros mucho tiene que ver la visión y el esfuerzo de los peruanos emprendedores, gente honrada y luchadora que persevera por sacar adelante su negocio con trabajo, creatividad y mucho sacrificio. Es importante también que se formalicen, estén ‘en regla’, para que no tengan problemas y paguen sus impuestos a la Sunat.
Pero no podemos cerrar los ojos a los riesgos que frenan el avance del Perú: trabas burocráticas, deficiencias en la infraestructura e institucionalidad, corrupción y la terrible inseguridad. Los comerciantes y dueños de negocios están en la mira de los extorsionadores y otros criminales.
El reconocido chef Gastón Acurio ha comentado que debemos ‘dar batalla sin cuartel a esos delincuentes que creen que, con su cobardía, atemorizan a millones de peruanos que trabajamos honradamente… Las autoridades tienen que conformar escuadrones policiales de élite y realizar un gran trabajo de inteligencia que combata a estas lacras’.
Se vislumbra un buen panorama económico, debemos estar optimistas y la delincuencia no nos puede hacer retroceder. Los economistas aconsejan hacer un buen presupuesto de nuestros ingresos y gastos para ahorrar (en soles, y de ser posible una parte en dólares. Evitar sobreendeudarse y si se saca crédito, hacerlo en la moneda que uno gana), invertir, capacitarse y mejorar el negocio. Además, según el calendario chino, estamos en el ‘Año del caballo’, regido por la energía, el optimismo y promete ser provechoso”.Pucha, mi amigo tiene razón. Me voy, cuídense.b