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El plástico es uno de los elementos más contaminantes generados por el ser humano. Desde su fabricación, uso y desecho implica un gran problema de polución en el planeta. ¿Y qué hacer con todos estos residuos que, por ahora, van a parar al suelo y mas o son quemados, generando gases tóxicos? En Holanda está la respuesta: convertir el plástico en kilómetros de kilómetros de carreteras.

PlasticRoad (“Camino de Plástico”) es el nombre del proyecto que planea reemplazar kilómetros de asfalto por bloques fabricados con residuos de plástico recogidos del mar.

Rotterdam es la primera ciudad interesada en estas carreteras plásticas. Lo que se busca es reutilizar el plástico en lugar de quemarlo, enterrarlo o arrojarlo al mar luego de su primer uso.

“El plástico da todo tipo de ventajas en comparación con la construcción actual, tanto en el desarrollo de las carreteras como en su mantenimiento”, explica Rolf Mars, uno de los responsables de la empresa VolkerWessels a The Guardian .

Los creadores de PlasticRoad aseguran que soportan temperaturas extremas. Asimismo, proponen que esta nueva superficie para carreteras sea hueca, para que permita llevar cables en su interior, lo que también contribuiría a reducir la llamada contaminación visual.