Por: I.Medina
Entre rezos, plegarias, cánticos y humo de incienso, miles de peruanos y muchos extranjeros vivieron ayer un desborde de fervor, fe y tradición al acompañar al Señor de los Milagros. Fue el recorrido procesional más largo del año, en el Cercado de Lima y Breña, y el tránsito se paralizó en varias zonas.
La venerada imagen salió del Santuario de las Nazarenas y el cardenal Juan Luis Cipriani dedicó una misa a los enfermos. La efigie fue llevada por las avenidas Tacna, Nicolás de Piérola y Alfonso Ugarte. Visitó los hospitales ‘San Bartolomé’ y ‘Arzobispo Loayza’, donde pacientes en silla de ruedas y hasta en camillas, querían acercarse. Siguió por la avenida Venezuela y tras 40 años llegó a la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados. ‘¡Bendícenos y protégenos, Señor de los Milagros!’, decían los fieles.
A su paso, hubo emotivos homenajes con cánticos del Ave María, la sentida ‘Oración del labriego’ del compositor Felipe Pinglo Alva, y valses.