El crimen de Mauro Marcelino Curay Sandoval ha conmocionado a la población de Zarumilla, en Tumbes, donde un menor de 16 años se declaró culpable del asesinato del comerciante a martillazos.
El joven, que en un primer momento negó el crimen, aseguró que la noche del jueves estuvo tomando cervezas con Marcelino Curay y su pareja Liliana Rodríguez Vásquez, pero que el comerciante se ofuscó por las atenciones que la mujer le brindaba al menor de edad.
La policía al llegar a la vivienda de la víctima encontró a Curay con el cráneo roto a martillazos. La mujer manifestó a las autoridades que un ladrón había entrado y atacó a su esposo.
Las agentes policiales descartaron esa versión, pues el joven tenía el polo manchado de sangre y con evidentes signos de ebriedad. Horas más tarde el joven terminó confesando su crimen.