El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que los atletas homosexuales pueden sentirse bienvenidos en los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi y les garantizó que no serán discriminados. Pero, eso sí, los exhortó a que “dejen a los niños en paz”.
El mandatario recordó que la ley de su país prohíbe la “propaganda” gay entre los niños, de modo que aquellos que aman a personas de su mismo sexo no pueden expresar sus puntos de vista sobre este tema con menores de edad.
Putin y otros políticos han defendido la ley aprobada en junio como una media para proteger a los chicos, pero sus detractores creen que es una forma de discriminación contra minorías por su preferencia sexual. Además, parece que la norma equipara la homosexualidad con la pedofilia.