Los escándalos políticos de 2013

 La ‘Repartija’ del Congreso, el caso Ecoteva, los narcoindultos de Alan García, los recortes de sueldos de Urtecho y la protección policial a López Meneses causaron indignación en la población.

Por: Redacción Trome.pe

El año 2013 ya se va y, como no podía ser de otra manera, estuvo salpicado de sonados escándalos políticos.

La Repartija: Las designaciones de Víctor Mayorga, Cayo Galindo y Rolando Sousa al Tribunal Constitucional y de Pilar Freitas a la Defensoría del Pueblo, generaron una ola de protestas por parte de la sociedad civil, que advirtió que estas personas, vinculadas al nacionalismo, fujimorismo y Perú Posible, le darían un sesgo político a estas instituciones vitales para la democracia. Al final, todo volvió a fojas cero.

Caso Ecoteva: El expresidente Alejandro Toledo se enredó más y más en sus explicaciones sobre las compras inmobiliarias que hizo su suegra, la belga Eva Fernenbug, y ello motivó los principales cuestionamientos a su papel en estas adquisiciones y en la formación de la empresa Ecoteva. El líder de Perú Posible dio hasta tres versiones distintas.

Narcoindultos: El programa ‘Cuarto Poder’ puso al descubierto que durante el gobierno aprista se dieron nada menos que cinco mil 500 gracias presidenciales, entre conmutaciones de pena e indultos. Lo grave y cuestionable es que entre los beneficiados hubo 400 sentenciados por narcotráfico y, en algunos casos, bandas completas, quienes habrían ‘pagado’ miles de dólares a funcionarios apristas por dichos beneficios.

Michael Urtecho: El excongresista de Solidaridad Nacional, desde el 2006, recortó bajo amenazas de despido el sueldo a trabajadores de su despacho. Tras semanas de ardua defensa y la aparición de más denuncias, el desaforado legislador reconoció en una entrevista que les pidió ‘colaboraciones’ a sus asistentes parlamentarios.

Caso López Meneses: La protección indebida a la casa del operador montesinista provocó no solo la salida de Wilfredo Pedraza del Ministerio del Interior y el cese de altos mandos de la Policía, sino también una crisis que amenaza con vulnerar la magullada credibilidad del gobierno.