La escuelita de Pancholón

El Chato Matta menciona los consejos que dio su amigo sobre las ‘trampas’.

Por: Redacción Trome.pe

El Chato Matta llegó con ‘turrón’ al restaurante, parecía que no había dormido. “María, el viernes me timbró el gran Pancholón. Chatito, baja ahorita donde el tío Felipe. Estoy celebrando con mi causita colombiano, ‘El patrón’. Tenemos whisky etiqueta negra y chicharroncito de pollo. Además, han llegado unas ‘bebitas’ de la Ciudad del Pescador. También estoy ‘escueleando’ a un chibolo recién casado, que ha perdido la cabeza por un ‘calzoncito sucio’ y quiere dejar a su señora. Solo te paso la voz a ti, porque eres varón y no largador. Clic’. María llegué volando y encontré a Pancholón echado en un sofá con dos primas morochas, que le daban besitos en las tetillas. Frente suyo vi a un blancón, con cara de universitario, de unos 25 años.

‘Conejito le dijo Pancho, mi círculo de amigos es cerrado. Así nomás no entra cualquiera, pero me caes bien. Sé que eres buen hijo, has terminado tu carrera en la universidad y tienes un excelente trabajo. Está todo bien, pero te falta calle. El hombre debe ser ‘rata’, ‘podrido’, los sonsos y buenitos que a todo le dicen sí a la mujer, siempre pierden. Me ‘raya’ que me digas que vas a dejar a tu esposa que te conoció en tu barrio cuando tenías las medias con huecos, por una ‘fulera’ con quien hiciste clic en el Tumbao. No seas malo. Lo que pasa es que esa mujer te ha ‘comido el cerebro’ con los mensajitos que te manda al celular. Te voy a destrabar en una y voy a ser ‘crudo’. Hijo, tengo casi 30 años en el mundo de la noche y la ‘canallada’, apunta para tu libro estas frases célebres de las trampas en la intimidad.

*1. Nadie me ha hecho esto, eres lo máximo. Me encanta estar así, echadita contigo. Tu amor me hace bien. Contigo recién conocí el amor.

2. Bota ese preservativo, quiero sentirte. Háblame (en plena acción) que me gusta, me excita. No pares, dale, dale. Eres un ‘tigre’.

3. Todo mi cuerpo es tuyo, para ti solito. Eres mi marido, mi hombre. Soy tuya.

4. Eres mi bebé, mi papi. Yo soy tu bebita. Contigo soy ardiente y me siento una verdadera mujer. Nunca me había sentido así.

5. Mi amor, no te pares, ¿te doy masajitos?

6. Yo soy capaz de dejarlo todo por ti. No me interesa nada ni nadie. Ni siquiera mi familia. Yo te sigo a un cerro, no hay problema.

7. Confía en mí, no tengo ojos para otro hombre. Eres mi respiración. Anoche soñé contigo.

8. Eres el hombre perfecto para ser el papá de mis hijitos.*

Estas frases son más viejas que el mar. En los cuartos de hoteles se escuchan miles y miles todas las noches… Conejito, vaya a su casa y dele a su señora el lugar que se merece. Recuerde que en la calle el hombre tiene el corazón de piedra, juega naipes”. Ese señor Pancholón es un sinvergüenza y mujeriego. Encima, malogra la mente de los jóvenes. Me voy, cuídense.