Historias nunca contadas: El ‘electroshock’ de Susana Higuchi
Susana Higuchi y su pasado como primera dama no pueden ser olvidados.
Por: Redacción Trome.pe
Susana Higuchi reapareció ayer ante cámaras y muchos, sobre todo lo más jóvenes, se preguntaron cómo fue el calvario de Susana Higuchi como primera dama, cuando su ex esposo Alberto Fujimori fue presidente del Perú. A continuación, reproducimos la columna de Miguel Ramírez, “Historias nunca contadas”, publicada originalmentte el 27 de octubre de 2015:
El martes pasado, en medio de la crisis política que se vivió ese día, Keiko Fujimori pidió al presidente Ollanta Humala separar a Nadine Heredia como primera dama de la Nación. Más de un peruano, entre ellos este columnista, no lo podía creer. Era un disparo a los pies.
Recordé, como si retrocediera una película, que Susana Higuchi, la madre de Keiko, fue humillada y echada de esa función por su esposo, el expresidente Alberto Fujimori. Keiko, por cierto, no dijo nada y reemplazó a su mamá hasta que su padre renunció por fax.
El calvario de Susana Higuchi como primera dama empezó el 24 de marzo de 1992. Muchos de los jóvenes que ahora están leyendo esta columna ni siquiera habían nacido. Ese día, Susana denunció que las hermanas de Fujimori negociaban con la ropa donada que llegaba de Japón para los pobres.
Según ella, las mejores prendas las vendían en bazares y los estropajos los enviaban a la gente pobre de provincias. Varios medios, en efecto, reportaron que en Talara se habían repartido fustanes, abrigos, corbatas viejas y polos de nylon, que nadie podía utilizar por el fuerte calor de esa zona.
La denuncia conmocionó al país, pero dos semanas después, el 5 de abril, Fujimori dio el golpe de Estado. Todos olvidaron la acusación, pero el presidente no se olvidó de la ‘ofensa’ de su esposa. Con la ayuda de su socio Vladimiro Montesinos, tomó venganza despiadada contra Susana Higuchi. Lo primero que hizo fue separarla de sus hijos Keiko, Hiro, Sachi y Kenji.
Eso no fue todo. Por las noches, cuando Susana Higuchi se quedaba sola, Fujimori ordenaba que todas las luces de Palacio fueran apagadas. Un día, quiso salir del ambiente donde pernoctaba, pero la puerta estaba encadenada y soldada. Ella misma denunciaría después que fue secuestrada y llevada al SIN, donde se le aplicó descargas eléctricas por orden de su esposo.
La estocada final llegó en 1994. En un discurso a la Nación, Fujimori, con el rostro lleno de ira y rencor, anunció al país: “No se puede ceder al chantaje ni a la intimidación vengan de donde vengan. He decidido, por ello, separar a mi esposa, Susana Higuchi, de la función de primera dama”.
Ese mismo día, Susana Higuchi se fue de Palacio, pero antes le respondió a su esposo: “Siempre he estado en el corazón de los peruanos. Si por eso se me acusa de deslealtad, no sé a qué le llaman traición. La democracia empieza por casa y con el diálogo”.
Hoy, Susana Higuchi vive feliz con sus hijos. Como dice mi viejita Amelia, el amor de madre nunca muere. Nos vemos el otro martes.
Aquí te lo explicamos como para escolares goo.gl/OKji9U
Posted by Trome on viernes, 4 de marzo de 2016
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