Marco Arenas Castillo y Fernanda Lora estuvieron frente a frente

Confrontación se realizó esta mañana en el 46 Juzgado Penal de Lima en el marco del asesinato de la empresaria María Rosa Castillo Gonzales. La pareja ni se dirigió la palabra.

Por: Redacción Trome.pe

Por: Miryam Beteta

El parricida Marco Arenas Castillo y su ex enamorada, Fernanda Lora Paz, acusados de planear y ejecutar el crimen de la empresaria y madre del joven, María Rosa Castillo Gonzales, estuvieron frente a frente por unos minutos esta mañana, pero no se miraron, ni se dirigieron palabra alguna.

El reencuentro de Arenas Castillo y Lora Paz, donde ambos se mostraron indiferentes el uno a otro, se produjo en la audiencia que programó el titular del 46 Juzgado Penal de Lima Jesús Pacheco Diez para confrontarlos, en el penal de máxima seguridad Piedras Gordas en Áncón.

Sin embargo, cuando Marco y Fernanda ya llevaban varios minutos frente a frente, el juez Pacheco postergó la audiencia. Pues, decidió dar trámite al recurso de ‘oposición’ contra este careo, presentado por el abogado de Fernanda Lora, y elevarlo a una sala superior para que decida si se realiza o no esta diligencia.

La abogada de Marco Arenas, calificó este hecho como ‘maniobra dilatoria’ de parte de la defensa de Fernanda, ya que fue presentado hace 15 días, pero el juez recién lo resolvió hoy, ocasionando la dilatación del juicio.

“La defensa de Fernanda Lora busca dilatar este juicio. Fernanda sabe que en esta confrontación iba a ser desenmascarada por Marco. Él le iba a encarar que ella lo indujo a matar a su madre para quedarse con la casa, y fue ella quien prendió el fósforo para que se quemara el cuerpo aún con vida de la víctima. Es más, ella le puso papel para que el fuego no se apagara”, dijo Carmona.

Para la realización de esta diligencia, Fernanda fue trasladada desde el penal Santa Mónica hasta el de Piedras Gordas, en Áncón.

María Rosa Castillo Gonzáles, fue asesinada por su hijo Marco Arenas presuntamente en complicidad con su ex pareja Fernanda Lora, en noviembre del 2013, en su domicilio de la Molina. Tras este hecho, los dos embolsaron el cadáver y lo colocaron en la maletera de la camioneta de la propia víctima, para llevarlo a la carretera de Manchay Rojo, donde prendieron fuego al cuerpo de la víctima, cuando aún estaba con vida.