Adictos a los juegos

El fotógrafo Gary habla sobre el pelígro de los juegos en línea.

Redaccion Trome

Más sobre:

Videojuegos

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un reparador menestrón con fideos canuto, papas, choclito, habas, carne de res y un emoliente calentito. “María, el taiwanés Hsieh, de 32 años, un adicto a los juegos en línea, acostumbraba pasar varias horas al día, y a veces dos días seguidos, pegado a la computadora compitiendo con otros fanáticos de todo el mundo. En enero de este año fue hallado muerto en una cabina de Internet en su natal Kaohsiung. Se había pasado tres días jugando sin descanso y apenas comía cualquier cosa frente a la computadora. Los empleados creían que dormía, pero luego descubrieron que no respiraba. Los médicos señalaron que perdió la vida por insuficiencia cardíaca, el frío del lugar y el agotamiento. ¡Increíble! Pero noticias con casos semejantes se dan bastante seguido, sobre todo en países asiáticos. En Perú, hace unos días, llamó la atención el caso de un muchacho de 14 años que robó los ahorros de sus padres (unos 15 mil soles) y gastó alrededor de 5 mil soles internado ocho días en una cabina de Internet donde comía y dormía. Lo preocupante es que hay cientos de casos así en nuestro país. Cuántos muchachos le roban dinero a sus padres para escapar a la cabina más cercana.

El psiquiatra Horacio Vargas advierte que los juegos en línea pueden ser tan adictivos como las drogas. Los menores que muestran estos problemas cada vez son más jóvenes. Antes comenzaban a los 12, hoy a los ocho o menos. Y los casos van en aumento. Los muchachos con estos problemas se pasan en promedio siete horas jugando en línea, pero pueden estar unas 20 horas. Muchos faltan al colegio, no llegan a casa y hace años dejaron de comer con sus familias. Algunos hasta se orinan en el pantalón, porque no pueden dejar el juego ni dos minutos para ir al baño. Muchos caen en esta adicción porque tienen personalidad dependiente, son más manipulables, también por problemas familiares de los que huyen, y por contratiempos escolares o sociales, pues son rechazados por otros, no pueden integrarse y se refugian en los videojuegos. ¿Cómo saber si alguien es adicto? Cuando tiene trastorno del sueño, cambios de humor si está alejado del videojuego, problemas con los estudios y si no aparta la vista de la pantalla cuando juega. La mejor forma de evitar estos problemas es educarlos en el uso responsable. Hay que limitarles el tiempo en la computadora para jugar. También es importante saber qué videojuegos están usando y hacerles entender que no es una actividad para realizar de forma aislada. Asimismo, hay que acostarlos y levantarlos temprano, deben hacer actividades al aire libre, que ocupen su tiempo libre en clases de música, idiomas, deportes u otras actividades, hay que jugar con los hijos, que socialicen con otros chicos fuera de casa”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.