Armas del terror

El fotógrafo Gary nos habla sobre del mortal uso de la tecnología militar con motivo del derribo del avión Malaysia Airlines y la incursión bélica en la Franja de Gaza.

Redaccion Trome

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo al jugo con arrocito blanco y un emoliente calentito. “María, el derribo de un avión de pasajeros con 298 personas en Ucrania, donde murieron todos, demuestra que la industria armamentística en el mundo está a la par de las más afiebradas películas de ciencia ficción. La nave volaba a más de 10 mil metros de altitud y solo podía ser alcanzada por un sistema de misiles sofisticado como el BUK, que puede dar con objetivos, incluidos otros misiles, a más de 22 mil metros de altura. A esa distancia un avión no puede ser visto por el ojo humano, por lo que utilizan radares. Los rebeldes pro rusos que les dispararon, al parecer, creían que se trataba de un avión militar de la Aviación de Ucrania.

En el lado ruso, señalan que la intención era derribar a la nave en que viaja el presidente ruso Vladímir Putin. Lo concreto es que los cerca de 300 ocupantes del vuelo de Malaysia Airlines casi no se dieron cuenta de lo que les ocurrió. El misil, con una poderosa carga explosiva de poco menos de 10 kilos, los hizo estallar en pedazos en el aire. Los hombres, desde que comenzamos a habitar este planeta, a lo que más nos hemos dedicado es a matarnos unos a otros. Dejamos atrás las piedras, lanzas y espadas para usar armas tan terribles e inconcebibles hasta hace unos siglos como las bombas atómicas que arrasaron con Hiroshima y Nagasaki, y dejaron a Japón fuera de combate en la II Guerra Mundial.

Pese a las atrocidades que estas bombas siguen produciendo en las personas hasta hoy, como distintos tipos de cánceres y mutaciones, casi todos los países que se precian de ser desarrollados, se esfuerzan por tener bombas nucleares. Estados Unidos ha desarrollado la forma de matar a la mayor cantidad de sus enemigos arriesgando la menor cantidad posible de sus hombres con el uso de drones, los aviones no tripulados dirigidos a control remoto. Cientos de ataques en países como Pakistán, Yemen o Afganistán han acabado con la vida de presuntos terroristas, pero también con cientos de inocentes, niños incluidos. En diciembre último, en Yemen, 15 personas que se dirigían a una boda fueron masacradas por los drones al ser confundidas con terroristas de Al Qaeda.

Israel, considerada una de las principales potencias mundiales en la industria de armamentos, prácticamente es invencible en Medio Oriente. Esta semana inició una sangrienta invasión en Franja de Gaza, donde los niños son asesinados como moscas. Dicen que el poderío bélico de un país es para mantener la paz, pero la realidad demuestra que eso no es cierto. Miles de millones de dólares se mueven en la fabricación y venta de armas en todo el mundo, mientras millones de personas padecen hambre. Es una ironía del tamaño de este planeta que el hombre haya sido capaz de hazañas increíbles como poner pie sobre la Luna, pero no sea capaz de dejar de matar para vivir en paz”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.