Caos para ir a votar

El fotógrafo Gary nos habla sobre los diversos problemas que se presentaron en el reciente jornada electoral.

Redaccion Trome

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudadito de cachema con yucas sancochadas y arrocito blanco. “María, el Perú amaneció hoy con nuevos alcaldes y presidentes regionales, que gobernarán desde el 1 de enero de 2015. Desde ahora todos están obligados a trabajar, sin pérdida de tiempo. Pero el acto de votar, que debe ser una fiesta democrática, se convirtió para cientos de miles de personas en un infierno por el terrible congestionamiento vehicular que se registró en varios puntos de Lima. El caso más grave debe ser el de San Juan de Lurigancho, adonde acudí en misión periodística.

Es increíble que una persona que va a sufragar salga de su casa a las 11 de la mañana y regrese a las 3 de la tarde, porque se pasó todas esas horas atrapado en los atolladeros. O que miles de personas deban caminar kilómetros bajo el sol para llegar a su centro de votación, y lo mismo para volver a sus hogares. Muchas madres con bebés en brazos, ancianos y hasta minusválidos tuvieron que hacer eso ayer. Lo insólito es que esta situación se repite por años en cada elección, porque la ONPE mueve a cientos de miles de personas de un extremo del distrito al otro.

Esos funcionarios no tienen en cuenta que San Juan de Lurigancho es el distrito más poblado del país, con más de un millón de habitantes. En distritos chicos tal vez funcione bien el sistema de ordenar a los votantes por el número de grupo de votación que aparece en el DNI. Pero no en un distrito inmenso, donde los electores deberían ser ordenados teniendo en cuenta su dirección. Por ejemplo, los que viven en Bayóvar deberían votar en colegios de la zona, a los que incluso puedan ir caminando. Y no como ahora que los mandan a Zárate o Mangomarca, para lo que deben tomar dos o tres carros. Una locura.

En tanto, Luis Castañeda volvió a recibir la confianza de la mayoría de vecinos de Lima y ahora tiene la responsabilidad de tomar las medidas para solucionar el terrible problema del transporte y la inseguridad ciudadana. El reordenamiento vehicular ya fue iniciado lo más difícil y lo que más votos cuesta por Susana Villarán. Ahora a él le toca seguir el camino. Nada de marchas atrás. Lo mismo pasa con la inseguridad ciudadana, aspecto que olvidó totalmente cuando estuvo en la alcaldía. Hoy los vecinos de Lima exigen que haga algo y no le van a aceptar que le pase la pelota al Ministerio del Interior.

Además, con el ‘chicharrón’ de ‘Comunicore’, que la gente ha decidido pasarle por alto que no significa que lo haya olvidado está obligado a realizar una gestión transparente. Que trabaje con honestidad, para que empiece a limpiar su apellido, pues el 49% de electores, según una encuesta de Datum de hace unas semanas, señaló que si era elegido robará, pero hará obras. Eso no se debe permitir jamás”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.