El 'chato' y la 'loca'

El fotógrafo Gary nos cuenta otra de las aventuras de su amigo.

Redaccion Trome

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El Chato Matta llegó al restaurante por sus tallarines al pesto con un churrasco a la inglesa. “María, como Pancholón está en el hospital mal de la próstata, que ya parece una bola de billar, le presté mis películas de Clint Eastwood, de la serie ‘Harry, el sucio’. El detective las ve negras cuando debe llevar a una presa muy guapa Sondra Locke, que luego sería su esposa como testigo en un juicio contra la mafia. La bella convicta rubia estaba condenada a muerte y no debía llegar al juzgado. Todos los policías eran corruptos, menos Harry Callahan. El ómnibus en que viajaban es acribillado, pero Harry logra que la convicta llegue sana y salva para testificar. Esa película la vi con la loca Doris, del instituto.

Era una chica media extraña, pero le gustaban el cine y la literatura. Hubo un tiempo en que salíamos a escondidas, porque me daba roche pasear con una chica considerada ‘loca’ por todos. Se vestía como hippy y fumaba como china en quiebra. Pero esa relación tormentosa acabó mal, con llanto y maldiciones. Saqué a la loca de mi vida, creía, para siempre. Pero después de años comencé a recibir llamadas extrañas a mi celular. ‘Chato, no te vas a librar de mí, te voy a seguir hasta el cementerio, ja, ja, ja’. ‘Estoy en el aeropuerto, llego en el vuelo de Taca a las once’. Todas las llamadas de madrugada. ‘Chato, espero que estés durmiendo solito. Si me sacas la vuelta, te mato y corto en pedacitos. Maldito’. Esa voz me sonaba conocida. ¡¡Se trataba de la loca Doris!! Yo pensaba que con su viaje a Estados Unidos se había olvidado de mí, pero parece que seguía obsesionada conmigo.

Desde las épocas del instituto me perseguía. Pese a que era la enamorada del líder aprista que hablaba igualito a Alan García y le decían ‘La primera dama’. Una vez me hizo una perrada. Metió en mi maletín una revista ‘Playboy’ para mujeres, esas donde salen puros hombres calatos. Cuando llegó mi enamorada Dana, de curiosa abrió el maletín y se encontró con tremenda sorpresota. ¡¡Creía que yo era gay!! La loca lo hizo para que Dana termine conmigo. Después se puso peor. Llamaba a mi trabajo en el ministerio y cuando le contestaba un compañero, se ponía a conversar con él y aceptaba salir a escondidas. Todo para preguntarles cosas mías. Por su culpa me peleé con varios de ellos.

Creían que me engañaban, sin saber que yo huía de Doris como de la peste. Allí la dejé de ver. Hasta que un día, en otro trabajo, me encontré con la loca ¡cara a cara! Había enamorado a mi compañero para averiguar mis andanzas. Lo último que supe de ella fue que trabajaba como asistente de producción de telenovelas en Miami, pero esas llamadas me tienen en zozobra. Ella es capaz hasta de raptar a mis ‘chanchitos’. En ‘Atracción fatal’, Glenn Close no solo secuestra a la hijita de Michael Douglas, sino que ¡mata al conejito de la niña!”. Pobre Chato Matta, pero él se lo busca por mujeriego. Me voy, cuídense.