Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por sus pallares bien caldudos con arroz graneadito, salsita criolla y seco de cordero al estilo huachano. Además de una taza de emoliente calentita para bajar la grasita.
“María, tiempo atrás y gracias a leguleyadas de sus abogados, los delincuentes que se enfrentaban a balazos con los policías y terminaban heridos, lograban salir limpios de polvo y paja. Encima pedían dinero para su manutención. ¡Una cosa de locos! Eso ya se acabó, porque el Ministerio del Interior publicó el reglamento sobre el uso de la fuerza por parte del personal de la Policía Nacional.
Allí se determina que los efectivos del orden están facultados para usar sus armas de rigor en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro real e inminente de muerte o lesiones graves. Asimismo, cuando se produzca una situación que implique una seria amenaza para la vida durante la comisión de un delito particularmente grave.
Me parece una medida acertada, pues la delincuencia se ha apoderado de las calles y no dudan en asesinar hasta por un celular o una gorra. Ahora, los policías tendrán una herramienta para defenderse, pero eso no significa que puedan volverse ‘gatillo flojo’ y disparar a diestra y siniestra. Solo deben emplear sus armas en reales situaciones de peligro y para esto deben estar muy bien preparados, sobre todo, psicológicamente.
La publicación de este reglamento, hay que reconocerlo, fue una acertada decisión del expresidente Ollanta Humala. A los ‘marcas’, extorsionadores, secuestradores y sicarios se les debe enfrentar con todo y sin ningún miramiento. No hay que darles ni un cachito de ventaja, pues ellos ni bien ven la oportunidad, no dudan en acabar con quien se les ponga al frente. Así de sencillo y así de claro. Es tanta la inseguridad que vivimos, que muchos ciudadanos han optado por armarse y así conseguir protección.
Sobre esto, hay dos casos muy conocidos. Está el de Miguel Ángel Llanos, el llamado ‘Van Damme Cholo’. En el 2011 cuando visitaba a su enamorada en Miraflores, se enfrentó a delincuentes que querían robarles y terminó matándolos en legítima defensa propia.
También tenemos el caso del empresario Mac Arthur Castrillón, hace apenas unas semanas. Después de retirar 16 mil soles de un banco, se fue a comer a un chifa del Rímac. Era seguido por ‘marcas’ que entraron al local para robarle, pero él los enfrentó a balazos, haciéndolos correr despavoridos.
Ojalá el presidente PPK sea acertado en sus medidas y pueda hacer retroceder a la delincuencia”. Pucha, mi amigo habla con la verdad. Me voy, cuídense.
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