El fotógrafo Gary llegó al restaurante por sus tallarines verdes con un jugoso churrasco y una jarrita con refresco de cebada al tiempo. “María, el otro día llegó mi amigo, el gran periodista y marketero ayacuchano Malcom Mendocha. ‘Gary, me reencontré con Mónica Sánchez y sentí toda su dimensión humana comprometida con los que más necesitan en el país. La guapísima y versátil actriz, que encarna a ‘Charito’ en ‘Al fondo hay sitio’, acaba de encabezar con su corazón bondadoso, la campaña ‘Caritas felices’ por la niñez. Cultivó su vena histriónica en el centro de formación ‘Teatro La Católica’ y estrenó ‘El perro del hortelano’. Recuerdo su debut épico en la televisión al protagonizar ‘La Perricholi’, personaje que sostuvo ‘marcó su carrera’ y fue ‘hecho con ternura, osadía y pureza juvenil. El físico no ha sido relevante en mi profesión, sí mi personalidad’. Mónica se ganó el cariño del público al escenificar genuinamente la situación de los migrantes en la telenovela ‘Los de arriba y los de abajo’. Ella proviene de una familia con marcadas preocupaciones sociales e incluso evocó: ‘Mi papá, Hernán, nos delegó buena formación. La infancia en casa es el primer ejercicio de valores y solidaridad’. En su carrera histriónica, encontró maestros que impulsaron sus facultades actorales. ‘Aristóteles Picho me dio la oportunidad de protagonizar ‘Sally, la muñequita del pueblo’. Fue fantástico usar las mismas polleras de la encantadora intérprete provinciana’, recordó.
No me podía quedar con las ganas de saber en qué momento le llegó la propuesta de ‘Charito’ y me dijo que se entusiasmó desde que Efraín Aguilar le habló del personaje. ‘Fue un reto personal. Venía de hacer dramas y recién incursionaba en la comedia. Me dio luces para enaltecer al ama de casa condescendiente. Es un homenaje a la madre guerrera’, y me mencionó a ‘mamá Alicia’, su modelo de vida. También me daba curiosidad saber qué hace mientras no está en escena y me contó ‘tengo por costumbre dibujar, hacer trazos, colorear con plumones, así me relajo’. ¿Y cómo haces para llorar?, le pregunté. ‘Me concentro en una fuerte adversidad y memoria emotiva y para que fluya todo debe haber una sincera convivencia entre actores’, dijo. ¿Y qué sientes ser un personaje público? Con mirada profunda enfatizó: ‘Me da la posibilidad de ser un puente, que me oigan más para la ayuda incondicional, por eso cuido con devoción mi profesión’.
Es respetada y aclamada, hasta llegó a ser imagen del Unicef, asistiendo a niños en extrema pobreza, como su loable acto en Pamplona Alta. El mundo sabe de su incansable lucha contra el maltrato a la mujer, liderando la cruzada ‘Un billón de pie’. Así es la bella madre de dos hijas, que gustan también del teatro’”. Qué linda esta gran actriz. Me voy, cuídense.
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