La pelea del siglo

Nuestro columnista recuerda la verdadera ‘pelea del siglo’ entre Muhammad Ali y Joe Frazier.

Redaccion Trome

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Muhammad Ali

Este Búho siempre ha sido amante del boxeo. Por eso no puedo dejar de comentar la pelea de esta noche, una más llamada ‘La del siglo’, entre Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquiao. Más de 400 millones de dólares ha generado este combate. Un asiento en ‘ring side’ voló en la preventa a los pocos minutos, pese a costar miles de dólares. La pelea dejó chiquitos a los millonarios combates organizados por el siniestro promotor Don King, entre Muhammad Ali y Joe Frazier, la verdadera ‘Pelea del siglo’, o ‘The Rumble in the Jungle’ (‘El rugido en la selva’) entre el campeón peso pesado George Foreman y Muhammad Ali, en Kinshasa, Zaire, África. Por eso, especialistas como Kike Pérez dan duro a la pelea de hoy y hablan hasta de estafa. Pero los fanáticos piensan distinto. Recuerdo algunos enfrentamientos clásicos. Muhammad Ali vs Joe Frazier, Nueva York, 1971; y Muhammad Ali vs Joe Frazier, Manila, Filipinas, en 1975. La más grande rivalidad en la historia del boxeo. Para la primera pelea, Frazier ayudó a que se anulara la suspensión a Ali, pues lo habían castigado por negarse a ir a la guerra de Vietnam. El combate fue electrizante. Ali ‘calentó’ el ambiente llenando de insultos a Joe, olvidando que este hasta le había prestado dinero cuando estaba sin trabajo. Las tarjetas iban igualadas hasta la última vuelta en que Frazier alargó su temible jab de izquierda y Ali cayó a la lona. Venció Frazier, pero pasó cinco meses en el hospital. El tercer combate, en Manila, fue inhumano. Otra vez Ali humilló a Joe en los días previos. En la conferencia de prensa lo trataba de ‘gorila’. El campeón llegó a la isla con su amante y se la presentó al presidente Marcos como su esposa. El coliseo cerrado era un horno. Más de 45 grados, pues el combate se desarrolló al mediodía por la diferencia horaria con Nueva York. Se dieron duro. Deshidratados, al límite de sus fuerzas, cualquiera pudo sufrir un paro respiratorio. Sentado en el banquillo, Clay se negaba a seguir: ‘basta, es inhumano, es peor que morir’, le dijo a su entrenador Angelo Dundee. Este vio que el técnico de Frazier buscaba la toalla, y le pidió a Ali que solo se ponga de pie. Frazier, quien en ese momento estaba casi ciego, pues llegó a la pelea viendo solo con un ojo, mientras que el ojo sano lo tenía cortado y sangraba, gritó: ‘quiero seguir’. Eddie Futch le dijo: ‘¡Con lo que has hecho ahora te van a recordar toda la vida!’. Y tiró la toalla. Mientras el gran Joe lloraba amargamente, le levantaban el brazo a un Ali ganador, que estaba como zombie.

Sin pretender ser ‘La pelea del siglo’, debemos recordar combates memorables en la década de los ochenta, en que los peruanos disfrutábamos con la flamante televisión a color, los comentarios del gordito Kike Pérez y los relatos del panameño Juan Carlos Tapia. Entre ellos, los enfrentamientos de Sugar Ray Leonard vs Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán. El primero fue espectacular. Leonard era el campeón invicto. Durán, un excampeón en declive. Aceptó la cuarta parte de lo que recibió Leonard, incluso permitió que Sugar escogiera el escenario, el coliseo en Montreal donde obtuvo su medalla de oro olímpica. Durán no tenía nada que perder y se jugó la vida en ese ring. La potencia, la garra, el corazón y el hambre de gloria del recio panameño se impusieron a la técnica, la destreza y algo de soberbia del norteamericano. Durán ganó una corona y la gloria. No las supo aprovechar. Destruyó su cuerpo en desenfrenos, alcohol, drogas, mujeres y baile. Cuando se vio misio y endeudado, arregló a los cinco meses una revancha con Leonard, en la que vergonzosamente se negó a seguir combatiendo a mitad de pelea. ‘Era idiota seguir peleando, iba a perder’, dijo, aunque hasta el séptimo round las tarjetas estaban empatadas. Otras peleas memorables fueron entre Marvin Hagler vs Thomas Hearns: Uno de los ocho minutos más frenéticos del boxeo, porque solo eso duró el combate. Hagler acorraló a Hearns, quien al tercero se desplomó como un saco de papas. Sugar Ray Leonard vs Marvin Hagler, en 1987. Cuando se rompe toda la lógica en un ring. Las apuestas favorecían a Hagler, pero un Ray Sugar que llegaba con hambre de revancha, después de un fugaz retiro, derrotó a la lógica y a ‘Maravilla Hagler’. Apago el televisor.