Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines verdes con un churrasco montado y una chicha morada fresquecita. “María, se acabaron los Juegos Olímpicos de Río 2016 y, como ya es costumbre, el Perú no obtuvo una sola medalla. Es un indicativo de lo mal que está el deporte en nuestro país por la falta de apoyo del Estado. No es que nuestros deportistas sean malos, no tengan calidad o no les guste el trabajo.
Los atletas que nos representaron son los mejores que tenemos y su preparación les ha costado sangre, sudor y lágrimas. Todos los aplausos para ellos. El Instituto Peruano del Deporte los apoya, pero resulta insuficiente. Ahora bien, no se trata de darle ayuda solo a los atletas destacados. Debería incentivarse la práctica del deporte muchísimo más en los colegios y universidades. Pero, en cambio, en los últimos años lo que se hizo fue la locura de reducir las horas de Educación Física en los colegios.
Además, la mayoría de planteles del Estado, y aún muchos particulares, no cuentan con gimnasios. ¿Cuántos colegios llevan a los alumnos a hacer deporte en las pistas? Con maestros capacitados, adecuada infraestructura y el mejoramiento de la alimentación, entre otros aspectos, tendríamos un enorme universo de deportistas entre los cuales se podría escoger a los mejores que nos representen a nivel internacional.
A esos atletas destacados debería dárseles mayor apoyo económico, proveerles técnicos extranjeros de primer nivel, médicos y fisioterapeutas a tiempo completo, apoyo psicológico y mucho más. Eso cuesta dinero, pero vale la pena. Colombia lo viene haciendo desde hace años y en Río 2016 ganaron tres de oro, dos de plata y tres de bronce. ¡Ocho en total! Igual que en Londres 2012 (un oro, tres platas y cuatro bronces). Los colombianos tienen 27 medallas en todas sus participaciones en olimpiadas, mientras que Perú solo cuatro (el oro de Edwin Vásquez en tiro en Londres 1948, las dos platas de Francisco Boza en Los Ángeles 1984 y Juan Giha en Barcelona 1992, ambas en tiro; y la plata del vóley en Seúl 1988).
Mientras no haya apoyo del Estado, los deportistas seguirán pasando lo que ocurrió con Kimberly García, quien tras acabar en un meritorio decimocuarto lugar en los 20 kilómetros marcha en Río 2016, anunció su intención de retirarse por falta de ayuda. ‘Motivación tengo de sobra, lo que hay es falta de apoyo’, dijo decepcionada. ¿Y el esgrimista Luis Arana que hace unos días fue tendencia en las redes sociales, tras ser fotografiado vendiendo caramelos en los buses para subsistir?
Él representó al Perú en el Sudamericano de Rosario en el 2013. La niña Fiorella Contreras ganó un campeonato Mundial de Ajedrez en el 2014, con solo siete años, y cuenta que el IPD se niega a ayudarla ¡¡porque no ha cumplido los 12 años!! Así estamos. Parecemos ansiosos por desanimar a nuestros talentos para que se dediquen a otras cosas. Me niego a creer ese terrible dicho de que ‘el peor enemigo de un peruano, es otro peruano’ Qué pena”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.