Stephanie Valenzuela y el peligro de las chicas sin valores

El fotógrafo Gary nos comenta las revelaciones de Stephanie Valenzuela y lo que deben hacer los padres sobre la conducta de sus hijas.

Redaccion Trome

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Stephanie Valenzuela

El fotógrafo Gary llegó al restaurante por unos tallarines rojos con pollito, queso parmesano rallado y un refresco de cocona friecito. “María, vi a la modelo Stephanie Valenzuela contando en televisión temas íntimos que jamás deben hacerse públicos. La joven de 24 años reveló, entre otras cosas, que estuvo a punto de suicidarse por una decepción con el arquero George Forsyth, que perdió un bebé de este y que no ama a su actual pareja, el brasileño Bruno Rocha, pero que sí besó al pelotero André Carrillo, porque le pareció lindo. Hasta dijo que se encontró con la ‘Foquita’ Farfán en Dubái, país al que aseguró que viajó con su plata, y que no pasó nada con el delantero, aunque más de uno se quedó con dudas.

Cuando se le preguntó si un millonario le pidió que deje la televisión, Stephanie Valenzuela respondió que sí. Contó que se trata de un empresario peruano, casado y mucho mayor que ella, quien le propuso ponerle casa en Miami y colmarla de lujos a cambio de estar solo con él. Al principio, Stephanie afirmó que no aceptó ‘porque a mí me criaron con valores’, pero en la conversación bajó la guardia y confesó que lo pensó bastante, que no le contó a nadie porque si aceptaba, se iban a dar cuenta de dónde provenía el dinero que iba a tener, y dejó claro que rechazó la propuesta porque el tipo es viejo y físicamente no le gustaba.

¡Todo delante del pobre enamorado que tuvo que tragarse ese y otros sapos! Como cuando preguntaron a Stephanie Valenzuela si seguía enamorada del arquero de Alianza Lima y sus acompañantes tocaron el botón rojo que la salvó de responder. O cuando le preguntaron si era dama de compañía. Ella dijo ‘no’ y la voz en off decretó ‘verdad’. Pero solo hacerle esa pregunta a una chica es terrible. Nadie es quién para criticar, pero está claro que, a sus cortos años, Stephanie ha vivido bastante. Quienes la conocen afirman que es ‘un poquito alocada’.

Los padres de familia debemos sacar conclusiones. Muchos creen que sus hijos son de una determinada manera, pero resulta que en estos tiempos de Instagram, Facebook, WhatsApp, smartphones y otras hierbas tecnológicas, los muchachos corren a mil por hora. Basta con una ‘wasapeada’ para iniciar relaciones de ‘choque y fuga’. Hoy los chicos ya no son enamoraditos como hace veinte años, sino que son ‘salientes’, ‘amigos con derechos’ o ‘amigos exclusivos’, para tener sexo sin compromisos, pues salen con otras personas a la vez.

Las relaciones amorosas, el sexo, son una parte maravillosa de la vida, pero jamás un juego. Se deben tomar con toda seriedad. Las chicas deben ser las primeras en respetarse a sí mismas para que las respeten. Deben considerar su cuerpo como un templo. Los padres deben inculcar esos valores a sus hijos, así como el respeto a la pareja. Y para progresar, enseñarles que nada es mejor que estudiar, esforzarse y trabajar de forma honrada. Jamás buscar a alguien con plata, un ‘sponsor’, para que los mantenga, porque, al final, nada es gratis y siempre se terminan pagando las facturas de la vida”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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