El Valor de la Verdad con Jenny Kume: ¡Plata fácil!

El fotógrafo Gary habla Jenny Kume en El Valor de la Verdad.

El fotógrafo Gary habla Jenny Kume en El Valor de la Verdad.

El fotógrafo Gary habla Jenny Kume en El Valor de la Verdad.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de cordero con yuquitas sancochadas y una jarrita de chicha morada al tiempo. “María, realmente da pena ver cómo hay chicas que optan por la vida fácil a cambio de su dignidad y buena reputación. En la farándula vemos varios casos, como el de la tal Jenny Kume que, en El Valor de la Verdad, fue presentada como ‘experta en facturar a costa de ampays’. ¡Y lo demostró con pelos y señales! Mostrándose orgullosa, como si fuera un mérito, como si se hubiera graduado con honores en una universidad, contó que estuvo con Guty Carrera, Erick Elera y Joshua Ivanoff y hasta tuvo un ‘choque y fuga’ con Andy V. Hay otras bataclanas que dicen ser vedettes, bailarinas y anfitrionas, que se enredan hasta con narcos y asaltantes con el propósito de disfrutar de su dinero y llevar una vida de lujos. Algunas, incluso, han terminado en la cárcel como cómplices. Recordemos el caso del otrora llamado ‘Pasmarote de Pando’, Cromwell Gálvez, el empleado bancario que fue condenado a ocho años de prisión por apropiarse de más de 30 de millones de un banco para derrocharlos con vedettes en interminables noches de juerga. Es lamentable que haya mujeres que se denigren de esa manera, tirando por la borda los valores que deben regir la vida de toda persona de bien.

En vez de elegir el camino más fácil, estas chicas deben preocuparse por estudiar una carrera técnica o profesional, pues solo la educación nos asegura una vida digna y con las comodidades necesarias. Por eso se dice que la educación es la escalera o la llave del éxito. Hay que pensar en grande, pero pisando tierra, sobre las bases de la humildad, que son como un resorte para cualquier acción en la vida. La vanidad y la arrogancia son malas consejeras. Hay mujeres y hombres que empezaron de abajo, de cero, pero alcanzaron los máximos niveles del éxito gracias a su esfuerzo y dedicación. Lo ganaron todo no por malas artes sino con el sudor de su frente, con honradez, dedicación y perseverancia. Pero aparte de la educación, de los estudios, las jóvenes deben desarrollarse como personas, con valores como la decencia, honestidad, solidaridad, respeto, sinceridad, tolerancia y otros. Aquí juegan un papel fundamental y clave los padres, quienes están llamados a predicar con el ejemplo en el hogar. Si queremos que nuestros hijos sean personas de bien, pues enseñémosles cómo dentro del hogar. Así será difícil que caigan en las malas tentaciones. Porque en esta sociedad cada vez más compleja se necesita de jóvenes preparados, conscientes, con ideales y valores bien definidos”. Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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