Andrés Mendoza: "Quería ganar, pero no salían las cosas"

Andrés Mendoza cuenta que nunca he comido gato, pero sí seco de caballo y que es nacionalizado belga, entre otros secretos de su vida.

Andrés Mendoza: ‘Nunca tuve sexo en una cochera’.

Andrés Mendoza: ‘Nunca tuve sexo en una cochera’.

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Andrés Mendoza

Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

Acosado, atacado, sentenciado, Andrés Mendoza rompe un silencio de varios años. La selección, el escpandalo del Golf los Incas, su apatía con el himno nacional, los goles perdidos, su vida personal. El ‘Cóndor’ estira sus alas para dejar de cargar una cruz u volar con libertad

¿Tuviste sexo en la cochera del hotel ‘Golf Los Incas’?

Mentira. Esas cosas no se hacen en un lugar como ese.

Pero Jaime Bayly aseguró haberte visto…

Puede decir muchas cosas, pero nunca presentó una prueba.

Igual, ‘Chemo’ del Solar no te volvió a convocar.

Si lo hizo por lo que se habló, estaba en su derecho. Seguro pensaba que era lo correcto no convocarme, pero para mí fue injusto.

Lo que sí no puedes negar es que tampoco cantabas el Himno Nacional cuando jugabas por la selección.

No lo hacía porque estaba concentrado en el partido. Por dentro seguía la letra.

¿Por qué te reíste después de fallar un gol ante Ecuador en las Eliminatorias?

Muchos creen que lo hacía porque no me importaba nada, simplemente era una forma de decirme a mí mismo: ‘Increíble, cómo pudiste perder eso’.

Pero nadie lo entendió así…

Hasta ahora cargo esa cruz. Cuando voy por la calle siempre me gritan que por mí no fuimos al Mundial y respondo: ‘No se confundan, yo estuve con Autuori y no con Oblitas’.

¿Por qué aclaras eso?

Porque con el profesor Juan Carlos estuvimos cerquita de clasificar (por diferencia de goles). Con el brasileño nunca quedamos a un partido de ir al Mundial.

¿Pesa esa mochila?

Molesta, pues siempre se acuerdan. Una vez me molestó tanto que paré a un ‘patita’…

¿Qué le dijiste?

Si deseas insultarme anda al estadio y grítame lo que te dé la gana. En la calle, soy un ser humano cualquiera.

Con 13 años jugando en Europa, nadie entiende por qué no dabas pensión a tus hijos.

Tengo 4 niños. Dos de mi primer compromiso y dos con una chica mexicana. A ninguno les falta nada y mensualmente les doy su dinero. Lo demás lo está viendo mi abogado. Es lo único que debo responder.

O sea que no los tienes olvidados…

Para nada. No sería justo.

Sabes, tengo la sensación que ustedes, los que siempre eran convocados, venían a pasarla bien más que a defender a la blanquirroja…

No. Quería ganar, pero no salían las cosas y la gente, después de un partido, te veía en un restaurante comiendo y decía que no te importaba nada, que estabas como si nada, divirtiéndote.

¿Qué aconsejas?

Me parece que debería ser como en otros países: Llegas al aeropuerto y un carro de la Federación los lleve a la Videna. Allí se quedan todo el tiempo de entrenamiento hasta el partido. Terminando de jugar, otra vez, que el auto embarque al jugador a su avión y que se vaya al país donde juega.

Eso lo dices ahora, antes no pensabas así.

Sí, pero si te daban permiso para salir, lo aceptaba.

¿Sigues coleccionando autos?

Solo tengo tres, tampoco es mucho.

¿Gorros?

Tengo varios, pon que son unos cien, ja, ja, ja.

¿Mujeres?

Ja, ja, ja. Nada que ver. A donde fui a jugar, lo hice con mi familia.

Pregunta seria, para una respuesta igual, ¿eres fiel?

Tengo que serlo, sino la cosa no camina.

¿Es cierto que tienes pasaporte europeo comunitario?

Soy nacionalizado belga. Gracias a eso pude jugar en muchos equipos del ‘Viejo Continente’ sin quitar cupo de extranjero.

¿Por qué tanto futbolista peruano que se va, regresa al poco tiempo?

No se acostumbrará o pensará que de arranque tiene que ganar un montón. Empiezas con lo normal y después vas ganándote un lugar. Como ya estás en ese mercado, te salen contratos de otros países. La cosa es mantenerse.

Como buen chinchano, ¿alguna vez comiste gato?

Nunca, pero muchas veces sí he comido seco de caballo.

¿Y eso?

Mi papá trabajaba en una hacienda de Chincha y cuando a esos animales se les rompía una pierna o un hueso, los sacrificaban y nos preparaba unos platillos bien ricos.

¿Es cierto que en cualquier parte del mundo dos morenos se cruzan y se saludan?

En todos lados. Acá me cruzo con alguno y nos pasamos la voz. Cuando jugaba en Turquía, por mi lado pasaban unos nigerianos, me levantaban las cejas y yo respondía.

¿Y parecías chinchano o africano?

Creían lo segundo. Una vez regresando de vacaciones al Perú, una aeromoza me hablaba todo en inglés y le dije: ‘Soy peruano, hablemos en español’.

¿Los futbolistas sudamericanos, antes de un compromiso, se juntan?

En la Champions vives eso. He tenido la suerte que jugando ese torneo, enfrenté a Milan con Kaká y me dio la mano, se enteró que llegaba un peruano en el rival y por eso se acercó a saludarme. Lo mismo me pasó con Rivaldo.

¿Te has codeado con grandes?

He enfrentado al Barcelona del holandés Frank Rijkaard, al español Andrés Iniesta cuando ya se iba convirtiendo en ‘estrella’. Y hace poco, en Estados Unidos, cuando defendí al Columbus Crew, me tocó jugar contra el New York Red Bulls que tenía al francés Thierry Henry. Se me acercó, me dijo en español clarito que sabía que era peruano, me comentó que no le gustaba mucho la Liga. Al final, intercambiamos camisetas.

¿Recomendarías hacer travesuras en un garaje?

Ja, ja, ja. Otra vez con lo mismo… No lo sé, nunca lo hice. Para mí esos actos tienen que ser en un lugar bonito e íntimo de cuatro paredes.

Casi nunca diste entrevista en el mejor momento de tu carrera y hoy sorprende que lo hagas.

Es que llevo años escuchando a mis espaldas y en la calle que me perdí un gol, que soy mal padre, que el himno y otras cosas. Por eso decidí que sea a través del Trome, al que todos leen, el medio para aclarar todo de una buena vez.

¿No se vive tranquilo con esa ‘cruz’?

Siento que es el momento de limpiar mi imagen. Como se dice, darme una lavada de cara.

Bueno, en lo que corresponde a nosotros, acá está escrita tu verdad…

Gracias a todos ustedes, porque ahora la gente sabrá bien quién soy en realidad, no ese tipo huraño que muchos piensan. Quizá tengan razón en imaginar eso de mí, pues he sido poco comunicativo, pero ya crecí y acá estoy, intentando ser mejor persona.