A veces los hijos son así. Se van molestos, fastidiados, pero siempre tienen las puertas abiertas de la casa cuando deciden volver. Esta es una historia de la vida real. Andy Polo es uno de ellos. Se fue peleado con los directivos de Universitario, pero ahora está listo para regresar y le da la primera alegría al pueblo crema en el 2014.
El delantero era el ‘engreído’ en Ate hasta inicios del 2013. Regresó del Sudamericano Sub 20 en Argentina y su pase al Genoa de Italia se truncó. La transferencia estuvo acordada en un millón 400 mil dólares, pero luego el club europeo se echó para atrás y la ‘U’ lo demandó ante la Fifa.
Polo se negó a firmar el documento donde los estudiantiles acusaban a los italianos y se desentendió del tema. Dejó de ser considerado por el técnico Ángel Comizzo y pidió su libertad. Cuando la consiguió, fichó por la Universidad San Martín.
Los meses pasaron y Andy tuvo sentimientos encontrados. Nunca se desligó del cariño de sus amigos en Ate. Por eso los acompañó en la concentración del partido de vuelta del Play-off en el ‘Monumental’. Se supo que dialogó con el DT Comizzo y hasta lloró al ver a sus excompañeros disputar el título nacional, mientras él lo veía desde la tribuna.
Allí se construyó la primera piedra para su retorno. El ariete, que ya cumplió 18 años, explicó que ahora sus empresarios ya no lo van a influenciar y su objetivo era estar otra vez con la crema en el pecho. Obviamente, como el juicio con el Genoa continúa, la administración le ha pedido como única condición para su retorno que, junto al club, apoye la demanda contra los italianos. Polo ha aceptado. Estampar la firma es cuestión de horas. El hijo pródigo vuelve a casa.