Aveces la vida misma es como un hermoso cuento, donde los sueños se hacen realidad, las promesas se cumplen y todos son felices eternamente, aunque solo sean unas horas. El lunes por la noche, antes del duelo decisivo con Ecuador, el creativo Christian Cueva habló por ‘skype’ con su esposa y su pequeña hija Brianna. Allí les habló a ambas, pero se dirigió a su niña y le hizo dos promesas. “Haré un gol para ti y ganaremos los 3 puntos”.

Su corazón, emocionado, lo llevó a tamaño compromiso con su primogénita y por eso, desde que entró al campo de juego, tenía entre ceja y ceja cumplir con lo ofrecido.

A los 19’ una mano del ecuatoriano Gabriel Achilier se sancionó como penal y el encargado para ejecutarlo era Paolo Guerrero. Todo el país estaba convencido de ello, pero Christian Cueva no iba a dejar escapar esa oportunidad para que el 50 por ciento de lo ofrecido a su engreída se haga realidad y pidió el balón y lo ejecutó como los que saben.

Y se dedicó a jugar, dar pases ‘venenosos’ en el área y cuando el árbitro anunciaba el final y los 3 puntos se quedaban en casa, Christian Cueva recordó a su hijita y se sintió orgulloso de ser un padre de palabra.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.