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Copa Sudamericana

Independiente de Argentina armó una ‘diablura’ sobre la hora para batir 1-0 a Arsenal tras empatar en el choque de ida 1-1 y saltar a octavos de final de la Copa Sudamericana 2015, llave en la que deberá eliminarse con el paraguayo Olimpia.

El gol de los ‘diablos rojos’ sobre la hora lo marcó Lucas Albertengo, a los 87, ante unas 25.000 almas en el estadio Libertadores de América de la ciudad de Avellaneda (periferia sur).

Albertengo tocó al fondo del arco dentro del área chica, como fruto de una excelente jugada que armaron Matías Pisano y Cristian ‘Cebolla’ Rodríguez.

Olimpia es el club que compite históricamente con Independiente por la corona de “rey de copas”, en base a las robustas colecciones de títulos de ambos en décadas pasadas.

Los paraguayos avanzaron a octavos al vencer 2-1 en tierra ajena a las Águilas Doradas de Colombia, tras empatar 1-1 en Asunción.

Hace cinco años, el club de la ciudad de Avellaneda ganó por única vez la Copa Sudamericana. En 2007, el mundo del fútbol afuera de Argentina preguntaba ¿de qué club me habla? cuando el ignoto Arsenal le ganó la final de la Sudamericana al América de México.

Largos pasajes del encuentro estuvieron dominados por el síndrome de ‘la mosca tse-tse’, la que produce la enfermedad del sueño. El tedio se quebró apenas con un tremendo derechazo de Jesús Méndez de 25 metros que el guardavallas arsenalista Esteban Andrada desvió al córner en acrobático vuelo.

No encontraba con quien armar una jugada atractiva el mediocampista Martín Benítez, al que llaman ‘el diamante’ rojo. No supo encontrar socio en Pisano, otro malabarista del balón. El uruguayo Diego Vera se recostó demasiado como un puntero derecho, sin desequilibrar. El resultado fue un Independiente inofensivo.

Nada brilló tampoco en la escuadra que llaman del ‘Viaducto’, sistema que corre paralelo a su estadio en el vecino barrio de Sarandí. Sólo el chileno Matías Campos Toro trataba de enhebrar alguna maniobra con sentido común, merced a su sabio botín. Sabiduría, pero sin fogosidad.