El cuerpo de bailarina jala más que un balón

Jugadores apuestan por relaciones peligrosas y prohibidas, cuyos finales son para lamentar. Varios acabaron así con su carrera.

Redaccion Trome

La mejor convocatoria para los jóvenes futbolistas, hoy, no sale de la Videna. La citación más importante no proviene de un técnico. Hoy, para muchos, el llamado más sabroso lo aseguran las caderas y las miradas seductoras de algunas señoritas que son famosas por sus cuerpos atractivos. Una convocatoria, donde la pelota no rueda y vivir deprisa puede ponerte en fuera de juego en un dos por tres.

De la última Sub 20, que se quedó a puertas de ir al Mundial, destacaron Hernán Hinostroza (volante) y Edwin Gómez (lateral), chicos que hoy andan con la cabeza en otro lado.

El ‘Churrito’, del SV Zulte Waregem de Bélgica, parece estar desesperado por volver a jugar en el Perú. ¿La razón? Sería la bailarina Katy García, relacionada antes con futbolistas como Jesús Rabanal, Héctor Cruz Cheng y Diego Chávarri, y con cantantes como el ‘Kiko de la cumbia’. A sus 19 años, el volante pregona por todas las redes sociales su romance y casi no se le ve de corto.

Mientras tanto, el marcador (20) se luce con la señora Sara Manrique, todavía esposa del jugador Manuel Ugaz. El hoy lateral de Universitario dejó el perfil bajo que tenía en León y hasta ahora no da un partido como en el Sub 20. Claro que ya debutó con la selección adulta en el amistoso con Trinidad y Tobago, ante la mirada de su ‘amiga’ en la tribuna.

Pero si hay un ‘maestro’ en amagar lejos del césped, ese es Reimond Manco. El mejor jugador del Sudamericano Sub 17 de Ecuador 2007 fue señalado por la vedette Cristina Rodríguez de haber tenido encuentros ‘cariñosos’. No tenía aún 18. Luego vinieron otros ‘ampays’ con amiguitas y su frustrado paso por el PSV. UTC lo cobija en el presente.

El último caso es Raúl Fernández, 27 años, casado y portero de la bicolor. Tras el Perú-Chile, acudió al ‘cumple’ de Leysi Suárez y se la pasó en bailes calientes con ella. Cultura de peloteros, le dicen. Su otra pasión. Cuerpo de bailarina jala más que un balón en movimiento.