Las manos le sudaban, la voz se le quebraba y su acelerado corazón le decía que estaba frente al gran amor de su vida. Llevaba un anillo de diamantes en el bolsillo que, desde esa noche, empezó a brillar en la mano de su novia Carolina.

Solo han pasado 30 días y el volante uruguayo Gabriel Costa volvió a estremecerse como en aquella velada, esta vez ante un ‘amor distinto’, pero igual de intenso que llegó a su clímax en la ‘Noche de la magia blanquiazul’.

“Fue una gran fiesta. Nunca había pasado por algo parecido como la presentación del viernes. El equipo está bien, pero puede mejorar mucho más, aunque faltan corregir algunos errores. Uno viene a aportar al equipo. Me fui feliz con el apoyo de la hinchada que llenó las tribunas, una verdadera caldera de Matute”, reveló ‘Gaby’, quien confesó además estar a la espera de la llegada de su prometida de 21 años con quien ya empezará a planificar su boda.

El volante y sus compañeros reanudarán hoy sus entrenamientos con miras a su debut en la Copa Inca ante León, en Huánuco.